En 1960, agentes israelíes ejecutaron una misión secreta en la Argentina para capturar al criminal nazi Adolf Eichmann y llevarlo a la justicia. Aquel operativo de repercusión mundial ahora puede verse ficcionado en la producción de Netflix “Operación final” que esta semana se estrena en nuestro país.
En el papel de Eichmann -que en la Argentina se hizo llamar Ricardo Klement- está el actor Ben Kingsley (“Gandhi”, “La lista de Schindler”), mientras que el ganador del Globo de Oro Oscar Isaac (“Star Wars: Los últimos Jedi”, “Ex Machina”) es Peter Malkin, el agente del Mossad a cargo de la misión para identificar y detener al jefe de las SS. Dirigida por Chris Weitz (“American Pie”, “A better life”), la película tiene una duración de dos horas.
“Creo que es importante para todos que Eichmann sea representado no como un monstruo, sino como un ser humano presente”, dijo Weitz. En el mismo sentido, el director agregó: “Muchos de los responsables no eran demagogos, ni sádicos, ni psicópatas, sino gente normal que se vio inmersa en esa situación”.
Weitz también se refirió al contexto histórico en el cual fue atrapado Eichmann y a la posibilidad de que los crímenes del nazismo se reproduzcan en otras partes del mundo: “La posibilidad de que se de una tragedia de ese tipo a nivel nacional y mundial existe en todas partes. El Mossad fue a capturar a Eichmann a Argentina en 1960, pero 15 años después, Argentina tenía su propia dictadura militar, sus campos de concentración y sus asesinatos en masa. Nos gustaría pensar que la Alemania de los años 1930 y 1940 no tiene nada que ver con nosotros. Pero desgraciadamente, siempre queda esa posibilidad”.
En Israel Eichmann fue enjuiciado y condenado a morir en la horca. Su sentencia se cumplió el 31 de mayo de 1962.