Miles de materias primas, climas y geografías diferentes, historias y orígenes particulares convierten a Latinoamérica en una región rica en diversidad gastronómica.
Esto no es una novedad, aunque lo nuevo tal vez sea la valoración que comienza a darse desde otras partes del mundo a la realidad latinoamericana en relación a la multiplicidad de tradiciones y recetas que tienen que ver con la gastronomía de cada país.
Así queda reflejado en la recientemente estrenada serie documental de Netflix Street Food, edición Latinoamérica, una producción de los creadores de la exitosa Chef’s Table.
México, Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia y Perú son los países a los que llega la cámara del gigante del streaming para mostrar cómo se cocina en la calle, manteniendo viva las recetas familiares.
Las ciudades en donde suceden las entrevistas son Oaxaca, Buenos Aires, Salvador de Bahía, La Paz, Bogotá y Lima. En tanto que cinco mujeres y un hombre son los protagonistas de los episodios, en los que además emergen historias de pobreza, violencia y marginación, pero también de superación y resiliencia.
En el episodio dedicado a nuestro país la pizzería La Mezzetta, la Feria de Mataderos, el choripán de los estadios de fútbol y Las Chicas de la 3, en el Mercado Central son los lugares elegidos por los productores de la serie para mostrar parte de la cultura gastronómica popular argentina.