Estados Unidos e Irán protagonizaron hoy una nueva jornada cargada de tensión y amenazas de guerra, que incluyó un buque petrolero extranjero capturado en la República Islámica y un dron presuntamente iraní derribado por Washington en el estratégico Estrecho de Ormuz en Medio Oriente, además de otra tanda de sanciones estadounidenses contra personas y empresas vinculadas al programa nuclear de Teherán.
Esta última escalada, que se suma a una serie que comenzó en mayo pasado y que parece no tener fin, arrancó cuando la Cancillería iraní informó que el domingo había auxiliado a un buque cisterna extranjero y, poco después, la Guardia Revolucionaria, la fuerza de seguridad de élite del país, anunció que ese mismo día había capturado un petrolero extranjero en el estrecho de Ormuz, entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán, y detenido a sus 12 tripulantes por contrabando de petróleo.
La confusión se potenció porque ese domingo había desaparecido de los radares internacionales el buque petrolero MT Riah, de bandera panameña y con base en Emiratos Árabes Unidos. La televisión pública iraní arrojó alguna claridad sobre el caso, aunque no completa, cuando mostró que el número de registro de la nave capturada era el mismo del petrolero con sede en Emiratos Árabes Unidos.
Teherán no confirmó el origen del petrolero capturado, pero todos los indicios hicieron que el precio internacional del crudo subiera 1 por ciento casi de inmediato, después de haber bajado hace apenas una semana. No es la primera vez que los Emiratos quedan en medio del fuego cruzado entre Estados Unidos e Irán.
Las tensiones en el Golfo Pérsico comenzaron en mayo pasado cuando fueron atacados cuatro petroleros -dos de ellos emiratíes- en unos actos de sabotaje que Estados Unidos atribuyó a Irán y este último negó.
En las últimas semanas, Emiratos pidió varias veces frenar la escalada entre Teherán y Washington, aún si antes había sido parte de la alianza de países árabes que había presionado a Estados Unidos para que fuera más duro con Irán.
Poco después de que la Casa Blanca exigiera la liberación del buque petrolero extranjero en Irán, el presidente Donald Trump anunció a la prensa que las fuerzas estadounidenses habían derribado un avión no tripulado (dron) iraní, según la agencia de noticias EFE.
Otra vez el Estrecho de Ormuz en el tablero elegido de la batalla bilateral.
Trump denunció que uno de los buques de guerra estadounidenses desplegados en Medio Oriente derribó y destruyó un dron iraní, luego de que éste lo “amenazara” y se le acercara a poco más de 900 metros.
“Estados Unidos se reserva el derecho a defender a su personal, sus instalaciones y sus intereses”, justificó Trump al anunciar el ataque desde la Casa Blanca y llamar a todos los países del mundo a condenar lo que calificó como los intentos de Irán de interrumpir la libre circulación y comercio en el Estrecho de Ormuz.
Hace casi un mes, el mandatario había denunciado que Irán había derribado un dron estadounidense en esa misma zona y, durante varias horas, el mundo entero temió que ese fuera el puntapié inicial para un conflicto bélico con consecuencias impredecibles para todo Medio Oriente. Eso no sucedió, pero la tensión siguió escalando con sistemáticas agresiones y amenazas de baja intensidad como las de hoy.
En paralelo, además, Estados Unidos volvió a imponer sanciones económicas y comerciales a Irán, que, tras no conseguir las garantías que demandaba de las potencias europeas para seguir cumpliendo el acuerdo nuclear firmado en 2015 y abandonado por Trump el año pasado, decidió este mes suspenderlo parcialmente y enriquecer uranio otra vez por encima del nivel aprobado internacionalmente.
En el pico de tensión de la jornada de hoy, Washington anunció una serie nueva de sanciones, esta vez contra empresas e individuos que venden o garantizan la adquisición de “materiales sensibles” para el programa nuclear iraní,
“El Tesoro está tomando medidas para cerrar un red de compras nucleares iraníes que aprovecha compañías de fachadas con sede en China y Bélgica para adquirir materiales críticos y beneficiar las ambiciones malignas del régimen”, explicó un comunicado del Tesoro.
(Télam)