Desde hace varios años, el ruido del rollo girando en el cinematógrafo dejó de escucharse. Por la digitalización de las películas, los viejos fotogramas ya no llegan a las salas en un envase metálico -con el peligro que tenían de dañarse- sino que hoy llega un disco rígido. Y aunque a paso lento a comparación de otras industrias, la cinematográfica va camino a incorporar otra innovación: la pantalla de LED 3D.
El primer paso lo dieron esta semana en Zúrich (Suiza) en uno de los cines de la cadena Arena Cinemas. La pantalla de LED, de marca Samsung, mide un poco más de diez metros de ancho por 5,3 de alto. Está formada por 96 módulos reemplazables entre sí, que permiten tener una pantalla sólida. Es la primera 3D en su tipo, y tiene diez veces más brillo que las pantallas de siempre. El contraste es más notorio y permite ver incluso con la luz prendida. Algunos ya hablan de que este será el cine del futuro.
Otra de las ventajas de la pantalla de LED en cine es su nitidez: tiene una resolución Full 4K (4.096 por 2.160 píxeles). Hasta ahora la tecnología solo estaba disponible en Seúl, en Corea del Sur, y en Shaghai, en China, pero los medios europeos ya hablan de varias cadenas de cine interesadas en tenerla.
“Zurich es uno de los centros florecientes de la industria del cine en Europa, una locación óptima para introducir en la región esta tecnología pionera como la pantalla Cinema LED”, dijo Eduard Stöckli, dueño de Arena Cinemas.
La primera película en hacer debutar a la pantalla es Ready Player One, el nuevo trabajo de Steven Spielberg, que sigue los pasos de un joven jugador que prefiere los videojuegos al mundo real. Sin embargo, sus impulsores ya piensan que podrá servir también para que puedan verse deportes, recitales y otros espectáculos.
“Esperamos que más cinéfilos puedan experimentar la pantalla LED de cine de primera mano”, dijo el vicepresidente ejecutivo de negocios visuales de Samsung Electronics, Seog-gi Kim.