Para Marcelo Cohen “la traducción es un género literario”

El escritor y ensayista argentino reflexionó sobre el trabajo del traductor, sus dificultades y desafíos.

El escritor Marcelo Cohen asegura que “la traducción es un género literario”. Esta idea está presente en su nuevo libro “La calle de los cines”. En esta obra de ciencia ficción, Cohen retoma sus facetas de ensayista y traductor. Allí, cuenta lo que otros cuentan en una lengua propia pero inventada.

En estas páginas, Cohen inventa palabras que evocan a “La Naranja Mecánica” como “brachos y frigatas”, “blablay”, “mierdosa”, “cafeto”. Así como frases que podrían ser de los primeros Redondos -“tan distraído estuve en mi vinagre”- y mezcla palabras deliberadamente castizas: “bocazas”, “tiquete” y cinema” son algunas de ellas.

El autor reflexionó sobre el trabajo del traductor, sus dificultades y desafíos.

La traducción es un género literario”, aseguró el escritor en diálogo con Télam. “Un libro se traduce dentro de la historia de lo traducido a la lengua de llegada. No me gusta nada innovar o creer que se innova por ejemplo en una versión de Balzac, ignorando brutalmente que hay una corriente de las traducciones de “La comedia humana” que ha conformado un oído de los lectores, está en las bibliotecas con los restaurantes, las tabernas, las calles y con cuyo lenguaje no se puede romper del todo sin dejar al lector totalmente fuera de la París del siglo XIX.

La subjetividad del traductor reside en el equilibrio entre duda, elección libre y restricciones. Si uno hace ese trabajito durante décadas, es muy posible que si además le gusta inventar espacios también les adjudique una lengua, con sus variantes e incluso con una posible historia o un origen, para no estafar al lector”

En el año 2001, con los relatos de Los acuáticos, Cohen creó el Delta Panorámico. Se trata de un mundo de islas de río en donde transcurren sus ficciones desde entonces, con una geografía y una configuración sociopolítica propias y cambiantes, incluido un idioma, el deltingo.

Cohen se refirió al “deltingo” asegurando que “está hecho con todo el instrumental léxico de un sujeto que se gana la vida traduciendo, conoce cuatro idiomas o cinco y se interesa por entender un par más. Y con el modo en que están formadas y significan las frases hechas, los refranes, los eslóganes y algunas metáforas populares en las lenguas que conozco

Marcelo Cohen nació en Septiembre de 1951 en Buenos Aires. Se destaca como autor de cuentos, novelas y ensayos. Además se desempeña como traductor y periodista.

En el año 2004 recibió el Premio Konex de novela del quinquenio 1999-2003. Entre sus obras se destacan “El fin de lo mismo”, “Los acuáticos”, “Donde yo no estaba”, entre otros.

Su último libro, “La calle de los cuentos” es una colección de relatos publicada por Sigilo.

FICHA TÉCNICA:

Título: “La calle de los cines”

Autor: Marcelo Cohen

Sinopsis: Un hombre llamado Marcelo Cohen, nativo de Onzena –una de las tantas islas que conforman el Delta Panorámico–, decide compartir con los lectores algunas de las películas que más lo han impactado. Lo hace por amor al cine, por supuesto, esa “escuela práctica de la vida”, pero también para darse el gusto de narrar por narrar.

Y es tal su don que puede contar cualquier historia que se proponga, como el descubrimiento de la pasión por una parejita prehistórica, el efecto liberador de una catástrofe en la vida de una mujer que creía tener todo bajo control o el duelo moral y amoroso entre un renegado justiciero y una detective vieja y perspicaz.

Los dieciocho relatos que integran este libro no solo son una galería de películas imaginarias sino también un fenomenal despliegue de géneros, tramas, asuntos y personajes, de ideas, procedimientos y emociones, en la mano de uno de los grandes insubordinados de la prosa que nos domina. Pocos conocen tan íntimamente las palabras como Marcelo Cohen, dueño de un estilo de cuño propio que reúne elegancia y juego, precisión y lirismo, además de una imaginación singular. La calle de los cines es una invitación a volver a experimentar el disfrute, el asombro y la admiración que despierta la mejor literatura.

Editorial: Sigilo

{Con información de Télam}