El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, cumplió hoy con su anuncio de renunciar a su cargo para asumir la banca de senador para la que fue elegido en abril, lo que dará paso a que el país tenga, por primera vez en su historia, una presidenta.
“Presento mi renuncia al cargo de Presidente de la República del Paraguay. Para continuar sirviendo al país desde el Senado de la Nación, cumpliendo con la voluntad popular depositada en las urnas. Dios bendiga al Paraguay!”, anunció hoy Cartes en su cuenta de la red Twitter.
“He adoptado esta determinación para dar cumplimiento a la decisión democrática del pueblo expresada en las urnas el pasado 22 de abril, que me eligió para el cargo de Senador de la Nacional para el periodo 2018/2023, habiendo sido proclamado en tal carácter por el Tribunal Superior de Justicia Electoral”, expresó Cartes.
Si Cartes logra que el Congreso le acepte la renuncia -para lo cual no debería tener problemas-, asumirá en el Senado el 1 de julio y la ex jueza Alicia Pucheta se convertiría en la primera mujer presidenta del Paraguay.
Pucheta ejercerá la jefatura del Palacio de López por algo más de dos meses, hasta el 15 de agosto, cuando entregue el bastón presidencial a Mario Abdo Benítez, el dirigente colorado electo en las elecciones presidenciales de abril.
El objetivo de Cartes es asumir su banca de legislador activo tras recibir el respaldo de la Corte Suprema de Justicia para poder postularse, pese a que la Constitución reserva para los ex presidentes plazas vitalicias con voz pero sin voto.
El Senado debe estudiar ahora la nota presentada por el jefe de Estado y aceptar o rechazar su dimisión. Según el diario ABC Color, uno de los principales de Asunción, “los votos en la Cámara alta son muy volátiles y de esto depende el futuro inmediato del mandatario”. El periódico reseñó que si el Senado no da quórum “o no existen los votos necesarios para aceptar la renuncia de Cartes, su situación jurídica se tornará incierta, ya que no podrá jurar el 1 de julio y deberá terminar su mandato el 15 de agosto”.
La renuncia tiene que ser aceptada por una mayoría de las dos cámaras legislativas, lo que genera incertidumbre ya que no se sabe si en el Senado contará con los 23 votos necesarios de entre los 45 miembros de esa cámara. En Diputados se necesitan 41 votos de los 80 miembros. Fernando Lugo, titular de la Cámara alta, debe convocar ahora a una sesión bicameral extraordinaria la que, según medios locales, podría ser el miércoles.
(Con información de Télam)