La CGT confirmó un paro general para el martes 25 de septiembre.
En un comunicado, la central sindical justificó la medida de fuerza por la “destrucción de puestos de trabajo formales y no formales”; la “inflación descontrolada” y la “brutal devaluación de la moneda, cuyo efecto hace estragos sobre el poder adquisitivo”.
“Nadie puede estar tranquilo ante la peligrosa deriva económico-social de un gobierno que no acierta a encontrar una salida a la crisis”, advirtió.
“El empleo está atravesando una curva descendente como consecuencia de la destrucción de puestos de trabajos formales y no formales, multiplicándose en forma aritmética la generación de trabajo precario, lo que se puede observar en cada región del país”, denunció la CGT.
“La inflación está descontrolada, sepultando la afirmación del Presidente de que era `una cuestión sencilla de resolver´. No hay modo de comprender el actual esquema de tarifas en la energía y el transporte, que recae de modo brutal sobre los hogares”, advirtió.
La CGT instó a retrotraer las tarifas al 1 de diciembre de 2017 y reclamó paritarias “libres y sin techo”.
“No es menor nuestro énfasis en rechazar cualquier intento de reforma laboral que atente contra el plexo de normas de protección sobre los derechos de los trabajadores”, agregó.
Por último, la central sindical denunció que los gremios “son hostigados con graves sanciones económicas”, en referencia a la multa impuesta al Sindicato de Camioneros por no respetar una conciliación obligatoria dictada en diciembre pasado.
“No podemos soslayar que en esta actual situación de reclamos persiste una dura ofensiva contra los gremios, dejando al descubierto el objetivo de desactivar la protesta social. Los gremios que son hostigados con graves sanciones económicas por ejercer el derecho de acción sindical son un ejemplo de tamaño objetivo”, sostuvo.