Agarren sus boinas, porque vienen curvas. Netflix ha anunciado que el universo de los Peaky Blinders se expandirá en los próximos años al presentar su modelo de futuro (y de éxito): las franquicias. La plataforma quiere apostar por el catálogo que, además de prestigio, le otorga numerosas horas de visionado, y para ello quiere apostar por las series más notorias de sus listas y expandirlas con precuelas y secuelas que permitan a los seguidores seguir dentro de su burbuja ficticia y narrativa.
Así lo ha anunciado Bloomberg, que pone de relieve esta nueva filosofía que el gigante del streaming quiere adoptar de cara al futuro de su negocio. Según el medio, la plataforma estaría estudiando dos spinoffs de la serie sobre los antihéroes más queridos de Birmingham: una de ellas sería una ficción ambientada en Boston, a mediados del siglo XX, un par de décadas después de las fechorías de Tommy Shelby, el personaje interpretado por Cillian Murphy; la otra estaría centrada en Polly, la matriarca del clan de los Shelby (interpretada por Helen McCrory).
Tras atraer a millones de clientes con series originales como House of Cards y Stranger Things, Netflix comienza, poco a poco, a operar como un estudio de Hollywood más tradicional, apostando así por ampliar el árbol genealógico de las ficciones basadas en la propiedad intelectual ya existente en su catálogo. Es un método que también se ha dado en HBO, que ha rascado el éxito de ficciones como Sex and the City para ampliar el universo de la serie con productos audiovisuales como And just like that…, ambientada tiempo después de las aventuras tempraneras de Carrie Bradshaw, interpretada por la icónica Sarah Jessica Parker.
Peaky Blinders finalizó en Netflix con su sexta temporada, estrenada en 2022. Los seguidores de la serie estuvieron esperando con cuentagotas a los capítulos finales y, tras el éxito de la ficción, la plataforma ha decidido que, pese a que las aventuras de Tommy pueden haber llegado a su fin, sigue habiendo personajes secundarios, como en el caso de Polly, de los que poder extraer narrativas jugosas.
Un nuevo modelo de negocio
Tal y como ha informado Bloomberg, la plataforma de streaming está empezando a enfocar sus esfuerzos en los reboots, las precuelas y las secuelas de sus productos más aclamados, una tendencia que los grandes estudios de cine llevan años explotando. Más allá de Peaky Blinders, Netflix ha hecho lo propio con series como Merlina, liderada por Jenna Ortega y basada en las aventuras de La familia Addams, que ya tiene una segunda temporada en marcha.
La ficción se convirtió, tras su estreno, en la serie en inglés más popular de toda la historia de Netflix. Si algo funciona, ¿por qué no seguir explotando sus opciones narrativas?