Adolfo Pérez Esquivel llegó ayer a Brasil para mostrar su apoyo al encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuya candidatura a las elecciones de octubre será probablemente invalidada por la justicia electoral.
“Reclamamos la libertad de Lula, es un preso político y toda esta movida que han hecho el gobierno y los jueces es para sacarlo del escenario político”, dijo a la AFP el activista argentino de derechos humanos.
Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz 1980, visitó en el Centro Cultural de Brasilia (CCB), gestionado por los jesuitas, a los siete activistas que desde hace 14 días están en huelga de hambre para reclamar la libertad de Lula y que las autoridades le dejen presentarse a las elecciones de octubre.
En prisión desde abril acusado de recibir un lujoso apartamento en la costa en Sao Paulo de manos de una constructora a cambio de favores en la adjudicación de contratos, Lula, de 72 años, es el favorito en todas las encuestas, con casi un tercio de las intenciones de voto (casi el doble que cualquier otro candidato).
Su partido, el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) tiene previsto inscribir su candidatura en el Tribunal Superior Electoral (TSE) el próximo día 15, último día del plazo.
Pero es muy probable que su postulación sea invalidada, según juristas, dado que la Ley de Ficha Limpia excluye de la carrera electoral a quienes hayan sido condenados en segunda instancia, como es el caso del exmandatario (2003-2010).