En un establo en el campo, Gringuita acaricia a Luna, su yegua blanca mientras espera a su amiga Suyay. La acción se desarrolla a la hora de la siesta durante un día de verano. Los días de Suyay cambiaron. Su cuerpo y su vida ya no son los mismos. Este es el escenario en el cual transcurre la nueva pieza teatral de la directora y dramaturga Pilar Ruiz, que participó en la segunda edición del festival Monoblock y tuvo su publicación posterior en una compilación donde se reunieron todos los monólogos seleccionados del festival. Debido a la declaración del aislamiento social, preventivo y obligatorio, las funciones del unipersonal se detuvieron y ahora llegan con un protocolo estricto a la nueva sede del Teatro Moscú (Juan Ramírez de Velasco 535). “El festival fue una fiesta escénica por la diversidad de materiales que había y tuvo algo místico porque se realizó el fin de semana antes de que se declare la pandemia. Después de eso, no hubo teatro por casi un año”, recuerda la directora y señala: “Ahora, se está volviendo a un teatro protocolar”.
Protagonizado por Agustina Groba, el unipersonal Suyay presenta la perspectiva de una joven enamorada y disidente y problematiza el género y la clase social. “Al ver que el teatro volvía a reactivarse con ciertos protocolos, surgió la posibilidad de retomar el proyecto. Era viable porque Agustina Groba está sola en escena, entonces había un cuidado en relación al espacio escénico. Al ser un equipo reducido, en los ensayos nos sentábamos la actriz Agustina Groba, la asistente de dirección Julia Odelli Craig y yo, entonces podíamos mantener un protocolo durante los ensayos. Se abordó el trabajo siempre priorizando el cuidado de todas”, cuenta Pilar Ruiz para Diario Vivo.
Diario Vivo: ¿Cómo fue el proceso de construcción del texto?
Pilar Ruiz: Suyay surge como un desafío de escribir un monólogo. Es la primera vez que decidí escribir una sola voz y un solo cuerpo en escena. Sumado a este desafío, tenía ganas de trabajar un mundo sensorial rural con imágenes que representan esa vida, la naturaleza. Por otro lado, empecé a jugar con la voz de una niña.
Diario Vivo: Siendo que es la primera vez que realizas un monólogo ¿Qué desafíos representó llevar esta obra a escena?
Pilar Ruiz: Al momento de dirigir, me interesan los desafíos escénicos y actorales. Que no haya otros cuerpos en escena me parece un desafío que plantea el unipersonal. Para eso, es necesario saber quién es el interlocutor, quién esa voz que habla. Mientras escribía Suyay, la pregunta que me rondaba en la cabeza era cómo construir tensión dramática con una sola voz y darle importancia a personajes aludidos, que no están en escena, pero se alude a ellos y construyen tensión dramática.
Diario Vivo: ¿En qué contexto histórico está situado el monólogo? ¿Qué referencias tomaste para escribirlo?
Pilar Ruiz: La obra está ubicada en el 1900. Situar el monólogo a comienzos del siglo pasado me servía para poner en juego algunos elementos que la Gringuita se cuestiona o se pregunta y que, quizás, hoy en día, no tendrían tanta posibilidad de jugar si hubiera ubicado la obra bastante años atrás. En primera instancia, trabajé con una referencia bastante potente. Mi abuela se crió en el campo entre comienzos y mediados del siglo pasado, entonces tengo la experiencia de haberla escuchado durante muchos años contándome su vida, que fue muy distinta a la mía. Ahí había un material muy vivo. Después, también mi tía abuela me contó un montón de imágenes y anécdotas. La narración oral de ellas me abrió la posibilidad de narrar distintos imaginarios.
Diario Vivo: En la obra se cruzan diversos temas como las diferencias de clase entre Gringuita y Suyay, la búsqueda de una identidad, el deseo. ¿Cómo abordaste estos temas?
Pilar Ruiz: El contenido y la forma de una ficción sirven para pensar mundos o modos de estar en él y para hacer preguntas sobre las formas posibles o presentes de habitarlo, entonces me parecía interesante dar lugar a la ternura y al amor en esta ficción como una forma de estar en el mundo. La lógica de Gringuita es por qué se complejiza tanto el mundo si se podría habitar desde otro lugar. Mediante las preguntas que se va haciendo, me interesaba reflexionar y deconstruir ciertas estructuras que se reproducen como la heteronormatividad, el clasismo y el colonialismo.
Diario Vivo: ¿Cómo fue la aproximación de la actriz Agustina Groba al personaje?
Pilar Ruiz: Para mí, la dirección es un diálogo constante entre lo que pasa en escena y entre los actores. Me gusta pensarlo como un espacio de mucha escucha. Mi propuesta siempre es generar un dispositivo de percepción escénico para la actriz, en el cual ella pueda empezar a jugar, a generar ficción y tensión entre los elementos que se ponen en escena y empezar a encontrar juntas el devenir de la puesta. Siempre me interesa trabajar desde ahí; desde el presente actoral y de la escena.
Diario Vivo: El año pasado estrenaste la obra Bailan las almas en llantas pocos días antes de que se declarara la cuarentena obligatoria ¿Pensas retomar este proyecto?
Pilar Ruiz: Tenemos el impulso y las ganas de volver con esa obra. Estamos viendo cuál es el mejor momento para retomar porque son varios actores y actrices en escena. Queremos que sea en un ambiente seguro y cuidado por eso estamos esperando el mejor escenario posible y también nos gustaría que sea en el Teatro del Pueblo, sala donde estrenamos. En el momento que se estrenó, hubo que restringir el acceso a la sala al cincuenta por ciento y se tuvieron que tomar algunas medidas de prevención.
Diario Vivo: Tras casi un año de ese estreno ¿Cómo te imaginas este regreso al teatro con el unipersonal?
Pilar Ruiz: Con muchas ganas, deseo, entusiasmo. Ya haber retomado los ensayos fue una acción muy vital y creo que el estreno va a ser un día de reencuentro.