La tensión diplomática entre los gobiernos de Polonia e Israel volvió hoy a crecer luego de que la televisión polaca informara que el primer ministro Mateusz Morawiecki suspendió su viaje a Israel en repudio por las declaraciones de su par israelí, Benjamin Netanyahu, sobre el colaboracionismo durante el Holocausto.
El conflicto comenzó la semana pasada cuando Netanyahu se encontraba en Varsovia para un encuentro internacional sobre Medio Oriente. Al margen de ese encuentro, un medio israelí publicó que el premier había afirmado que polacos “colaboraron con los alemanes en el Holocausto”.
Fuentes del gobierno polaco que pidieron anonimato informaron hoy al canal de televisión local TVN24 que el país será representado en el encuentro que se realizará Jerusalén mañana y el martes por el canciller, Jacek Czaputowicz, en vez del premier, como estaba programado originalmente.
La decisión, agregaron las fuentes polacas, se debe al malestar que provocaron las “declaraciones inaceptables” de Netanyahu que fueron “recibidas muy dolorosamente” por el gobierno polaco, informó la agencia de noticias EFE.
La Cancillería polaca además convocó a la embajada israelí Anna Azari y le pidió explicaciones, a lo que la diplomática respondió que el medio había tergiversado las declaraciones de Netanyahu.
El diario The Jerusalem Post, el mismo que publicó originalmente la declaración de Netanyahu, ratificó entonces su artículo y aseguró que el premier lo dijo al criticar la nueva ley polaca que penaliza a cualquiera que asegure públicamente que el Estado polaco colaboró de alguna manera con el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Pese a que Morawiecki ha sido acusado de habilitar y hasta fomentar a grupos antisemitas y neonazis, el premier israelí ha forjado una muy buena relación con él y con otros gobiernos europeos que han sido denunciados como ultranacionalistas y xenófobos, como el de Hungría. Prueba de esta cercanía es que Israel ofreció la ciudad de Jerusalén como la sede de la próxima cumbre del grupo de Visagrado -Polonia, República Checa, Hungría y Eslovaquia-, la primera que se realiza fuera de Europa.
El grupo de Visagrado ganó fuerza y protagonismo por su oposición total a las políticas migratorias conjuntas de la Unión Europea (UE). Mientras las principales potencias de la UE denunciaban el ascenso del nacionalismo extremo y la xenofobia en esos países, Netanyahu decidió acercarse y ya en 2017 participó de una de sus cumbres, desde la que criticó la posición de la UE en el conflicto israelí-palestino.
(Con información de Télam)