El Departamento de Comercio de Estados Unidos hizo lugar a la demanda presentada por la National Biodiesel Board (Cámara Nacional de Biodiésel estadounidense), que acusó a los productores argentinos de incurrir en prácticas de dumping, relacionadas con el pago de subsidios a la producción local, y “prácticas desleales”.
Como consecuencia el gobierno de Donald Trump impondrá alícuotas a la importación de biodiésel, que van de 50,29% hasta 64,17%.
La imposición norteamericana llega en momentos en que la Unión Europea está en camino de levantar la barreras impuestas a Argentina para la comercialización de biodiésel, tras una demanda internacional iniciada por bloque, con motivaciones similares a las de Estados Unidos.
El presidente de la Cámara de Biocombustibles, Luis Zubizarreta, denunció que el arancel es “enorme” y representa “un muro infranqueable para las exportaciones”, según consignó la agencia de noticias Télam.
“Es el cierre del mercado estadounidense para el biodiésel argentino, que era su principal destino y el producto que más se vendía a Estados Unidos”, apuntó Zubizarreta, que indicó que el comercio del combustible equivale al 25% de las exportaciones argentinas a ese país, por más de 1.250 millones de dólares.
“Estamos convencidos de que no producimos biodiesel con subsidios ni hacemos trampa o dumping. Más allá de la buena relación que podamos desarrollar con Estados Unidos, tenemos la razón. Aunque aún no recibimos el detalle de cómo surge el número, no tiene ninguna lógica económica”, sostuvo.