Los argentinos dormimos menos de lo recomendado. Distintas encuestas muestran que ese tipo de descanso se redujo dos horas. “El ritmo de vida que llevamos cambió, el día laboral se ha prolongado”, sostiene Facundo Nogueira, jefe del Laboratorio del Sueño del Hospital de Clínicas. Nogueira explica que se trata de un fenómeno cultural de la modernidad: “Además, con la llegada del celular, las computadoras, la televisión e Internet estimulamos demás nuestro cerebro, exponiéndose a la luz artificial hasta la madrugada, lo que impide que el organismo entre en la fase de reposo”.
Pero lo que parece una curiosidad tiene efectos en el cuerpo y en lo que las personas hacemos. El cerebro necesita descansar por lo menos 8 horas diarias. “Si pasadas las once de la noche estamos aún recibiendo altas dosis de luz artificial y recibimos información a través del celular y otros dispositivos, a nuestro cuerpo le cuesta mucho más entrar en la fase de reposo y permitirnos el descanso que necesitamos”, comenta el especialista.
La calidad del sueño se mide por el cansancio que una persona padece durante el día. Ese es el termómetro de un correcto descanso. Aquellas personas con trastornos del sueño sienten que el descanso nocturno no fue suficiente ni reparador, algo que luego puede repercutir en las tareas simples del día siguiente. “Apenas se levantan, ya se sienten cansados. Esto afecta el rendimiento físico e intelectual, con dificultad para concentrarse y necesidad de dormir durante el día, lo que los hace más proclives a cometer errores”, relata Nogueira.
Principales alteraciones del sueño
“Se estima que a nivel mundial entre el 50 y el 70 por ciento de los hombres roncan y en mujeres, la cifra se reduce a la mitad”, explica Nogueira y añade que “la apnea es el trastorno respiratorio más grave y uno de los principales en las alteraciones del sueño. Dos de cada 3 personas con apneas sufren de hipertensión y pueden desarrollar diabetes, con el consecuente riesgo de sufrir ataques cardíacos o accidentes cerebro-vasculares”.
“Es común que aquellos que roncan severamente o tienen apneas de sueño no se den cuenta hasta que quien duerme con ellos se los hace notar. Ahí recién consultan al profesional. Sin embargo, hay otros síntomas a tener en cuenta: si la persona se despierta mucho durante la noche, un dolor de garganta persistente, mucha sed, dolor en las piernas, o dificultad para dormir”, puntualiza el especialista.
6 claves para descansar mejor
• Darle al sueño la importancia que tiene. Dormir no es una pérdida de tiempo ni resta capacidad para hacer otras cosas. Sino todo lo contrario, un descanso adecuado nos permite estar plenos durante el día. Los especialistas recomiendan descansar entre 7 y 9 horas diarias.
• Reducir la exposición a pantallas después de las 11 de la noche ya que el uso del teléfono celular en horas de descanso equivale a tomarse una taza de café o comer chocolate, dos factores que colaboran a retrasar el sueño. Permitir que el cuerpo sepa que se acerca la hora de dormir y para favorecer la relajación.
• Ser prolijos con la alimentación: la cena no debería ser la comida más importante del día. Evitar las comidas pesadas en la noche porque prolongan el proceso de digestión en momentos en que debemos dormir. Respetar las 4 comidas del día.
• Hacer actividad física regular, dos a tres veces por semana, preferentemente por la mañana y la tarde. No durante la noche. Contrario a lo que se cree, hacer deporte en la noche es contraproducente para el organismo.
• Siesta: una buena siesta puede ser necesaria en momentos en que una persona está realmente cansada. No deben ser largas, conviene que no excedan los 20-30 minutos. De lo contrario el cerebro es desorientado sobre los procesos metabólicos.
• Evitar el consumo de cafeína después de las 5 de la tarde. Cuidado con el chocolate, café, y las gaseosas, por su alto poder estimulante.