A tres días de la visita oficial a Egipto que tenía agendada el canciller de Brasil, Aloysio Nunes Ferreira, el gobierno de Abdel Fattah al-Sisi canceló el compromiso por “problemas de agenda”, aunque en Brasilia se interpretó como una respuesta a la decisión del presidente electo, Jair Bolsonaro, de mudar a Jerusalen la embajada brasileña en Israel.
El desplante de El Cairo acentuó la preocupación en Itamaraty (Cancillería brasileña) por la reacción del mundo árabe ante la decisión del traslado de la sede diplomática que anunció el mandatario electo.
La decisión de Egipto afecta a 20 empresarios brasileños que ya están en El Cairo esperando participar de las ruedas de negocios que complementarían la visita de Aloysio Nunes, según informó el portal Brasil 247, que agregó que los países árabes son el quinto mayor destino de las exportaciones brasileñas.
La visita de Nunes estaba pactada para realizarse entre el 8 y el 11 de este mes, cuando sería atendido por su par egipcio, Sameh Shouky, y recibido por el presidente Al Sisi.