Las personas con trastorno del espectro autista y las mascotas tienen una sensibilidad auditiva muy alta, por lo que especialistas aconsejaron hoy hacer un uso “responsable” de los fuegos de artificio y otros tipos de pirotecnia en las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Los oídos tienen capacidad para soportar ruidos de “hasta 90 decibeles sin sufrir daño”, mientras que “un mortero llega a los 145 decibeles y una bomba de estruendo hasta 190”, especificó Stella Cuevas, médica otorrinolaringóloga. La especialista, quien además preside la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (Aocba), remarcó que las secuelas auditivas pueden ir “desde un leve zumbido permanente hasta la pérdida de la audición total e irreversible”.
Cuevas puntualizó que siempre que se decida usar pirotecnia se debe pensar en las personas que presentan un trastorno del espectro autista: “Su sensibilidad auditiva es muy alta, llamada hiperacusia, por lo que los ruidos generados por la pirotecnia pueden alterarlas de manera notable”.
Las mascotas en las fiestas
Los perros son las mascotas que más suelen sufrir los ruidos originados por la pirotecnia. Las consecuencias van desde episodios de ataques de pánicos y lesiones auditivas hasta taquicardia.
Por el estado de agitación que los afecta, incluso también pueden escapar y perderse de sus dueños, y también morder a las personas que estén a su alrededor.
Los gatos, por su parte, también pueden sufrir lesiones en su aparato auditivo y deben contar con un lugar seguro para que puedan refugiarse.
Si se decide a dejar a las mascotas solas, algunos consejos pueden ser:
_ No dejarlo atados ni en lugares donde puedan dañarse a sí mismos: terrazas sin protección o en espacios donde haya vidrios que pueda romper y cortarse.
_ Si se va a usar un sedante, se sugiere consultar antes con un veterinario y ensayar la dosis antes de las fiestas, para conocer cuál es la reacción del animal.
_Una música suave que tape el ruido de la pirotecnica también puede ayudar a prevenir la ansiedad que puedan sufrir las mascotas productos de los petardos y fuegos artificiales
(Con información de Télam)