El Teatro Cervantes celebró, este año, la culminación de las obras en su fachada y la implementación del innovador plan de acceso a los espectáculos para las personas con discapacidad. Pero hoy, meses después de estas novedades, la realidad del teatro nacional es otra: desde hace más de 15 días sus funciones se encuentran suspendidas por una medida de fuerza extendida de sus trabajadores.
Las funciones de Rabih Mroué y Lina Majdalanie para los días 28, 29, 30 de noviembre y 1 de diciembre resultaron suspendidas y, a través de las redes sociales, al público se le informó que podía pasar a hacer la devolución de los tickets por las boleterías del teatro. Las cancelaciones incluyeron también a la Sagrado bosque de monstruos, dirigida por el mismo director del Cervantes, Alejandro Rafael Tantanian, cuestionado por los trabajadores de la institución, pero apoyado por figuras de la cultura.
Desde ATE denuncian que la gestión que conduce el emblemático teatro actuó “en demérito de los empleados del Estado, desvalorizando la capacidad del personal en todas sus áreas puertas adentro”. “Nuestros planteos no fueron atendidos -indicó la organización gremial a través de un comunicado-. Como una metáfora del gobierno del que forman parte, las autoridades del TNC se han preocupado demasiado por su imagen pero no han resuelto las cuestiones sustanciales: la fachada del Teatro está terminada, pero el tercer subsuelo está inundado de aguas servidas porque se han roto las bombas cloacales, espacios de trabajo sin reacondicionamiento y con riesgos para la salud y la seguridad de las y los trabajadores, como así también del público del único Teatro Nacional del país”. El gremio también denuncia irregularidades en la designación de tareas y salarios.
“Tantanian llegó con un gabinete de 50 personas con salarios que duplican o triplican la de las y los trabajadores. Se ocuparon de decir a cuanto medio público amigo había disponible que el Teatro estaba parado mientras daban de baja programas en funcionamiento, e hicieron magia con los números para demostrar funciones con público donde no lo había”, sostiene el texto, y agrega: “La gestión de Alejandro Tantanián hizo enormes esfuerzos por no identificarse con la administración nacional que lo designó, no obstante, utilizó cada una de las herramientas disponibles desde la gestión macrista para evitar los controles de la administración pública”.
Sin embargo, a pesar de estas duras críticas, días atrás, un grupo de figuras de la cultura se encolumnó detrás de Tantanian, en apoyo a su gestión, e hizo pública una solicitada en la que destacan “la profunda renovación” del director en el Cervantes. “Durante estos años, Alejandro Tantanian y su equipo de gestión integraron desde su política curatorial a un amplio espectro de la comunidad teatral independiente, favoreciendo la diversidad de estéticas y posibilitando la gestación de espacios de experimentación inéditos en el teatro oficial”.
La solicitada lleva la firma de, entre otras figuras vinculadas a la cultura, Rafael Spregelburd, Marilú Marini, Mercedes Morán, Cristina Banegas, Beatriz Sarlo, Maria Onetto, Cecilia Roth, Enrique Pinti, León Gieco, Gabriel Goity, Daniel Veronese ,Ciro Zorzoli, Carla Peterson, Daniel Link, Albertina Carri, Claudia Piñeiro, Mirta Busnelli, Nora Lezano,Verónica Lozano, Franco Torchia, Luis Ziembrowski, Hugo Mujica y Esther Feldman.
En el texto resaltan además que la gestión de Tantanian llevó adelante “la construcción de una programación plural” en el Cervantes, el aumento “de forma exponencial” del volumen de público asistente al teatro y la “acción ejemplar y pionera a partir de la implementación del programa de accesibilidad, garantizando el acceso y la aproximación a los espectáculos de personas con discapacidad”. “Frente a un contexto de retracción de la presencia del Estado en el incentivo de las políticas culturales, el teatro Cervantes es un oasis en el que la comunidad artística y el público encontraron un espacio de identidad y pertenencia”, concluye la solicitada.
Hoy podría haber novedades, en el caso que los representantes de ATE y las autoridades del Cervantes confluyan en una reunión para destrabar la situación. Mientras tanto, el Cervantes continúa con “cese de actividades”.