¿Qué consecuencias conlleva la educación primaria católica? ¿Cómo impacta en la construcción de subjetividad de cada niño? ¿Qué sentido tienen las acciones realizadas en el marco de una educación católica? Son algunas de las preguntas que quedan plasmadas en el documental Primario donde Nazareno Guerra, su director, analiza su experiencia y la de sus compañeros como ex alumnos de una escuela católica. Con testimonios de familiares, amigos y especialistas, videos de su infancia, documentos de la época y cintas de VHS de actos escolares y religiosos se recompone el testimonio personal de una época enmarcada entre los años 1989-1995, período durante el cual Carlos Menem cumplía su primer mandato presidencial.
“La idea de hacer Primario surgió a partir del encuentro con un video de mi comunión que me envió un amigo por Whatsapp. Sentí mucho extrañamiento y confusión cuando vi esos materiales, como si uno supiera que la persona que está en ese material fui yo, pero no pudiera reflejarse ahí. De ese extrañamiento, surgió una curiosidad de saber más sobre la época”, señala Nazareno Guerra en diálogo con Diario Vivo sobre lo que motorizó su búsqueda e investigación.
Realizado entre 2018 y 2019, Primario tuvo como puntapié inicial una tesina que realizaron compañeros de Nazareno, dirigida por el filósofo y teólogo Rubén Dri. A partir de ese trabajo académico, el realizador decidió comenzar el guión de Primario. “Esa tesina trabajó la culpa dentro de la ideología católica y la reproducción del dogma dentro del sistema educativo y fue el puntapié para el guión del documental. Rubén Dri es y fue una referencia con respecto a la problemática. El guión también se fue nutriendo de los distintos archivos que fuimos encontrando”, relata.
Desde el comienzo del film, la finalidad del documental queda patente cuando se establecen paralelismos entre ciertos símbolos eclesiásticos y útiles escolares. Una escarapela y un confesionario, una escuadra y la imagen de Cristo, un ejemplar de un diccionario y otro de una Biblia son algunos elementos utilizados para ilustrar la relación entre la Iglesia y la educación por aquellos años. “En el período abordado en el documental, había una connivencia entre el discurso estatal y las políticas neoliberales de la época y un discurso religioso tendiente a la segregación. Lo que sucedía en esa época, la instalación de una política neoliberal, la política de la importación de la industria, todas esas cuestiones que fomentaban la segregación eran secundadas y tenían su correlato desde la cúpula de la Iglesia católica”, cuenta Nazareno Guerra en conversación con este medio.
Dividido en capítulos, el documental va ubicando al espectador en forma ordenada y cronológica cada acontecimiento. El contexto social, la comunión y la sexualidad son los temas abordados en Primario. Se analizan actos escolares y religiosos que implican un pasaje y también los testimonios dan cuenta de una educación marcada por la falta de pensamiento crítico y de momentos de expresión y la ausencia de políticas vinculadas a una educación sexual. Sobre este punto, Nazareno Guerra reflexiona: “Nosotros íbamos a un colegio de curas donde éramos todos varones. Las mujeres con las cuales teníamos contacto eran la directora, la vicedirectora, la maestra, las madres que aparecían por ahí, la hermana de algún compañero. Esas figuras femeninas estaban en una relación de verticalidad con respecto a nosotros. Entonces se generaba una distancia muy grande con respecto a lo femenino, era visto como lo otro. Había un discurso de segregación de lo femenino”.
En Primario también hay cierta apelación a la memoria y cierto aire nostálgico por la incorporación de videos en VHS, formato utilizado en la época para grabar material. En ese sentido, el documental aborda una doble ambigüedad; la inocencia de la niñez y la visión crítica generada a partir de la experiencia. “A partir de lo que investigamos, se da una ambigüedad, por un lado, la visión crítica con respecto a la época y a lo que se vivía, y, por otro lado, una visión tierna con respecto a un tiempo donde uno todavía no era del todo consciente de lo que estaba pasando y podía disfrutar en esa ignorancia. Pero, al mismo tiempo, preguntándonos cómo eso nos interpela hoy, qué efectos tuvo en nuestra vida adulta”, señala el realizador.
Formado en la escuela Séptima Arts de Madrid y docente en la facultad de psicología de la UBA. donde se encuentra a cargo de la práctica de investigación “Cine y subjetividad”. Nazareno Guerra comenta la amplia cantidad de directores y directoras que tuvo en cuenta para trabajar este material en primera persona. Desde La parte automática de Ivo Auchenbaum hasta El silencio es un cuerpo que cae de Agustina Comedi, las influencias son variadas y varían entre exponentes internacionales y nacionales, pero siempre dan cuentan de un acercamiento a la experiencia propia de maneras muy diversas. En Primario, el acercamiento se realiza a partir del archivo de imágenes por VHS y de los vestigios de la memoria. “Lo que mis compañeros y yo tratamos de hacer fue revisar la interpelación que teníamos de esas imágenes. La mayoría si bien tenía un recuerdo y una significación, de una forma u otra, había un distanciamiento de eso que objetivamente pasaba en el video. De alguna manera lo que planteábamos es como esos materiales interpelan el recuerdo, la memoria personal de esa época”, señala.
Según el historiador y teórico de cine Bill Nichols, el documental tiene varias funciones; es un discurso a través del cual se crean representaciones, encarna subjetividades y patrones de relación social alternativos que proporcionan ideales culturales y tiene la responsabilidad de describir e interpretar el mundo de la experiencia colectiva para construir una realidad social. En la misma sintonía, Primario se propone tratar de entender un momento de la vida del director, pero también interpela al espectador y lo invita a debatir sobre un tema que atañe a toda la sociedad argentina. “Lo importante es generar conciencia con respecto a la necesidad de una educación más allá de las políticas religiosas. Tenemos una responsabilidad con respecto a este tema. Es una invitación a debatir ese asunto”, apunta Nazareno Guerra, quien también es realizador de cortometrajes como La ilusión y Simetría, disponibles en su canal de Vimeo.
Ficha técnica:
Guión, dirección y Edición: Nazareno Guerra
Asesores de guión: Sebastián Janeiro y Martín Luna
Sonido directo: Agustín Bolán
Postproducción de sonido: Cristian Cavagnaro
Fotografía: Mauro Bouzas
Producción: Florencia Solovey
Entrevistados: Pablo Balmaceda, Mauro Bouzas, Rubén Dri, Ernesto Guerra, Martín Luna, Margarita Verzoletto
Música Original: Cristian Cavagnaro y Agustín Bolán
Color: Sebastián Suárez
Duración: 64 minutos.
Disponible en Vimeo y en Cine.ar (desde el 2 de marzo).