En una carpeta en la Biblioteca Beinecke de Manuscritos y Libros Raros de la Universidad de Yale, un manuscrito esperó, casi 80 años, hasta que, ahora, sale a la luz.
Esos papeles contienen un poema del genial Vladimir Nabokov (1899-1977), que el escritor envió, en junio de 1942, al editor de la revista New Yorker pero que recién ahora es conocido por todos.
Se trata de un poema, además, muy particular: es protagonizado por Superman y contiene alusiones a Hamlet. El superhéroe, además, se lamenta por su incapacidad de tener hijos con Lois Lane.
El responsable del hallazgo es el experto ruso Andrei Babikov, quien recuperó la historia del poema: Nabokov mandó el poema antes de llegar a Estados Unidos desde la Francia ocupada por el nazismo. En su carta el editor del New Yorker, el autor expresó que su poema era “subido de tono” y preguntó por su retribución. También, confesó que atravesaba “las dificultades más horribles y angustia al manejar un idioma nuevo”.
Sin embargo, al autor de Lolita le rechazaron la publicación del poema. “Creemos que muchos de nuestros lectores no lo entenderían”, le respondió Charles Pearcey, el editor de poesía de la revista estadounidense.
En el poema, Nabokov, cuyo hijo era un fanático de Superman, adopta la voz del hombre de acero, y se le imagina paseando por un parque de la ciudad con Lois, obligado a llevar sus gafas porque “de lo contrario / cuando la acaricio con mis superojos, / sus pulmones y su hígado se ven claramente / palpitando”.
El Superman de Nabokov continúa lamentándose de que, aunque está enamorado, “el matrimonio sería como si cometiera un asesinato”, porque su eufemística “explosión de amor” podría matar a su futura esposa. Incluso si su “cuerpo frágil” lograra sobrevivir, el superhéroe reflexiona: “¿Qué bebé monstruoso, derribando al cirujano, / se arrastraría hasta la ciudad asombrada?”.
“Pearce no podía imaginar que la negativa del ‘New Yorker’ a publicar, quizás, el primer poema del mundo sobre Superman podría significar que el poema nunca aparecería en ningún lado. Tampoco podía prever que su colaborador, que escribió ‘cosas maravillosas’, se convertiría, a fines de la década de 1950, en un escritor de fama mundial, y que este poema rechazado de 1942 se convertiría en una de las páginas que faltaban en su biografía creativa”, sostiene Babikov en el Times Literary Supplement (TLS), en donde se publicó ahora el poema.
Según Babikov, el origen del poema está en la portada del número 16 de la serie de cómics de Superman, en la que Clark Kent y Lois Lane observan una estatua del superhéroe en un parque de la ciudad. Incluso el comentario de Lois al final del poema -“¡Oh, Clark, ¿¡no es maravilloso!?!”- está sacado de la portada.
“Este poema inédito de Nabokov ha permanecido olvidado en una carpeta durante casi 80 años, y finalmente, como lo haría el propio Superman, ha visto la luz del día”, asegura Babikov.