El Parlamento catalán, con mayoría independentista, aprobó hoy la reforma de la ley de presidencia que habilita la investidura a distancia y deja abierta la puerta para designar al ex presidente Carles Puigdemont, quien se encuentra en Berlín esperando que la Justicia alemana decida sobre su entrega a España.
Sin embargo, el nuevo intento de los separatistas para destrabar la parálisis que envuelve a la región, que no logra formar gobierno tras los comicios del 21 de diciembre último, se encamina a chocar otra vez con el gobierno central del presidente Mariano Rajoy, quien advirtió que presentará un recurso ante la justicia para impedir su aplicación.
Puigdemont se encuentra en Berlín en libertad bajo fianza con la prohibición de salir de Alemania a la espera de la decisión de la justicia alemana sobre su extradición a España. La reforma de la ley salió adelante con 70 votos a favor de los partidos independentistas y 64 en contra (Ciudadanos, socialistas, Podemos y Partido Popular).
El Tribunal Constitucional español bloqueó ya en enero un intento de investir a distancia a Puigdemont y se da por hecho que impugnará de inmediato la reforma aprobada hoy. También el Consejo de Garantías Estatutarias (un “Constitucional” catalán) advirtió que la reforma de la Ley de Presidencia es ilegal, aunque sus dictámenes no son vinculantes, citaron las agencias de noticias DPA y ANSA.
En ese contexto, la votación fue interpretada en la prensa española como un último intento de los partidos independentistas de demostrar que su presidente es Puigdemont y que el Gobierno y la Justicia españolas impiden nombrarlo.
Tras ese gesto, se avanzaría en el camino efectivo para formar Gobierno.
Mañana mismo, Puigdemont se reunirá en Berlín con los diputados de su partido Junts per Catalunya (JxCat) y se espera que de ese encuentro salga un nuevo candidato sin obstáculos legales para ser investido como presidente catalán antes del 22 de mayo, fecha límite para formar Gobierno regional y evitar nuevas elecciones.
El candidato podría ser votado en un pleno parlamentario la próxima semana o la siguiente y poner fin así al largo limbo político que vive la región nororiental de España desde que el Gobierno español destituyó a Puigdemont y todo su Ejecutivo el 27 de octubre, día en que el Parlamento catalán aprobó crear una república independiente.
Puigdemont huyó dos días después a Bruselas y fue detenido en Alemania a fines de marzo por una orden de detención europea cursada por España, donde está procesado por los delitos de rebelión y malversación vinculados a su plan independentista. La Justicia alemana debe decidir aún si lo entrega a España.
(Télam)