Después del anuncio que la convirtió en la Premio Nobel de Literatura 2020, la poeta estadounidense Louise Glück, a través de su agente literario, decidió retirar los derechos de Pre-textos, la única editorial que publicó siete de sus once libros al castellano, durante 14 años, cuando la obra de la poeta era todavía ignota y vendía como mucho 200 ejemplares.
La noticia provocó la solidaridad del mundo editorial y también el rechazo de numerosos lectores porque la maniobra rompe el pacto de lealtad entre autores y editoriales. “Creemos que editores y autores deben ser aliados”, señala una carta abierta, firmada por decenas de autores y editores que expresaron su decepción por la decisión tomada por la agencia Wylie Agency, que representa a Glück.
“Queremos dejar sentado nuestro descontento por una práctica cada vez más frecuente que denigra la confianza, conspira contra la lealtad y, condena a la literatura a ser un producto más del mercado, relativizando los valores humanos de los que se supone debería ser portadora”, señala el texto firmado por Osvaldo Aguirre, María Teresa Andruetto, Luis Chitarroni, Ariana Harwicz, Guillermo Saccomanno, Beatriz Sarlo, entre muchos otros, que se suman a las firmas de referentes literarios de América Latina y Europa.
Una editorial traicionada
El escritor y traductor argentino Jorge Fondebrider explicó en su blog clubdetraductoresliterariosdebaires.blogspot.com que “durante 14 años, Pre-Textos insistió con Glück y, con lealtad -y prácticamente sin reseñas-, la publicó a pérdida, al punto que ninguno de los libros de la autora en castellano se agotó. El Premio Nobel de Literatura fue entonces una amable recompensa para el único editor europeo (y ya no de la lengua castellana) que había confiado en ella”.
Pero “cuando los libros de Glück empezaron a venderse, Pre-Textos se encuentra con que, al querer renovar los derechos de aquellos cuyos contratos habían caducado, las condiciones habían cambiado. Y mientras seguían discutiendo, extraoficialmente -a través de varios colegas españoles-, se enteraron de que la Wylie Agency estaba ofreciendo los derechos de toda la obra de Glück a mejor postor”, sostuvo.
Tras la muerte de la española Carmen Balcells, Wyle se convirtió en el agente literario con la mejor cartera de representaciones del mundo literario y artístico. Sus clientes van desde los herederos de Norman Mailer, Saul Bellow, Roberto Bolaño, Jorge Luis Borges, Vladimir Nabokov, Arthur Miller, Paul Bowles, William Burroughs, John Cheever y Raymond Carver hasta algunos de los más reputados autores vivos como Martin Amis, Phillip Roth, V.S Naipaul, Amos Oz y Salman Rushdie, además de la fotógrafa Annie Leibovitz.
Cuando la Academia Sueca anunció en octubre que Glück era la ganadora del máximo galardón de las letras, su editor español Manuel Borrás del sello Pre-textos contó a Télam que “pasamos de vender escasamente 200 ejemplares de sus libros a botar las ediciones en un cuarto de hora. Cuándo uno se pregunta si los Nobeles son útiles o no pues habrá que concluir que son útiles porque sacan del anonimato a grandes escritores como es el caso de Louise Glück”.
“En la editorial vivimos este reconocimiento con hondísima satisfacción. Primero y fundamentalmente porque se hace justicia a una gran poeta y después porque en cierto modo, en particular, nos está diciendo a nosotros, los editores de Pre-textos, que no andamos desencaminados cuando insistimos en la importancia de una obra”, contó el editor del único sello que apostó por traducir al castellano la obra de la flamante Nobel.
Borrás había conocido la obra de la estadounidense mediante un amigo, que le regaló “El Iris salvaje”. “Lo leí, me encantó, me quedé seducidísimo por ese libro y fui comprando otros. Es lógico cuando uno es editor y se queda tan enamorado por una obra como la de Louise Glück es fatalmente ineludible el quererla editar”, dijo el editor quien desde entonces a través de Pre-textos publicó siete de los 11 libros de Glück, entre ellos “Ararat”, “El iris salvaje”, “Las siete edades”, “Pradera”, “Una vida de pueblo” o “Vita nova”.
(Con información de Télam)