El nombre de Elena Cornaro Piscopia pasará a los anales de la historia de la humanidad por ser la primera mujer en recibir un doctorado de la historia. Esta mujer, graduada en la Universidad de Padua en el año 1678, nació en Venecia un verano de 1646.
Desde sus primeros años, Elena mostraría ser dueña de una inteligencia prodigiosa. Con tan sólo siete años ya hablaba con fluidez el griego y el latín; idiomas que estudió bajo la tutela de distinguidos profesores siguiendo el consejo de un sacerdote amigo de la familia.
Pero las ansias de aprender de Elena no se quedarían allí. Además estudió hebreo, francés, español y árabe, conocimientos que le valdrían el título de lo que “Oraculum Septilingue”. Pero los idiomas no serían la única pasión de esta joven mujer. La música también formaría parte de su vida: aprendió a tocar el arpa, el violín, el clave y el clavicordio.
Con ansias de seguir aprendiendo y un talento infinito, pronto comenzaría a estudiar matemática, filosofía y teología. Más tarde se convertiría en presidenta de la sociedad veneciana Accademia dei Pacifici y finalmente se matricularía en la Universidad de Padua en 1672.
A pesar de que la institución le permitió estudiar allí, se negaron, en un principio, a otorgarle el doctorado en Filosofía. Y es que los funcionarios de la iglesia estaban en contra de entregarle el doctorado a una mujer.
Gracias al apoyo de su padre, Giovanni Battista Cornaro-Piscopia -quien ocupaba el importante cargo de procurador, logró que las autoridades reconsideraran su actitud.
De esta manera, Elena asombraría al jurado en una brillante exposición que tuvo lugar en la Catedral de Padua -debido al interés que generaba la peculiar situación de una mujer en el siglo XVII solicitando un doctorado. Su increíble dominio del latín y su conocimiento filosófico sorprendieron a los examinadores. Así fue como Elena se convertiría en la primera mujer de la historia en obtener un doctorado. Convirtiéndose, de esta manera, en un faro de la lucha por la igualdad de las mujeres en la academia.
Con un dibujo, Google le rinde homenaje a la primera mujer que obtuvo un doctorado de la historia y le recuerda a las generaciones actuales que la lucha de una mujer en la historia, se convierte -a la largo o a la corta- en la conquista de derechos para todas.