La primera ministra británica, Theresa May, aseguró que no hubo alternativa a la acción militar lanzada anoche en Siria por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña en represalia por el presunto uso de armas químicas por parte del gobierno del presidente de ese país, Bashar Al Assad.
“Hay que poner fin a esta persistente forma de comportamiento, no sólo para proteger a personas inocentes en Siria de las terribles muertes y bajas causadas por las armas químicas, sino también porque no podemos permitir la violación de la norma internacional que impide el uso de esas armas”, dijo la líder británica en un comunicado emitido esta mañana en Londres y que más tarde reiteró en una conferencia de prensa.
Argumentó que la “decisión fue tomada porque consideré que era lo correcto”, ante el cuestionamiento del líder laborista opositor, Jeremy Corbyn por no haber consultado antes al Parlamento.En ese sentido, explicó que el Parlamento tendrá la oportunidad de cuestionar esto el lunes cuando ella se presente allí.
Además, afirmó que intentaron utilizar todos los canales diplomáticos posibles para conseguirlo, sin embargo -sostuvo- “los esfuerzos se vieron frustrados en repetidas ocasiones”.
Dijo además que incluso esta semana, los rusos vetaron una resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que hubiera establecido una investigación independiente sobre el ataque químico en la ciudad siria de Duma el pasado 7 de abril donde murieron al menos 75 personas, entre ellos muchos niños.
“Se trata de un ataque limitado y selectivo que no intensifica las tensiones en la región y que hace todo lo posible por evitar víctimas civiles”, explicó.
Según May, aunque esta acción trata específicamente de disuadir al régimen sirio, también enviará una señal clara a cualquier otra persona que crea que puede utilizar armas químicas con impunidad.
“No podemos permitir que se normalice el uso de armas químicas en Siria, en las calles del Reino Unido o en cualquier otro lugar del mundo”, añadió.
(Con información y foto de Telam)