Cuenta el ensayista y crítico argentino Néstor Tirri, en su “Extractos de Ensayos sobre el cine italiano” (2006), que el filme “La dolce vita” “encendió las iras de los dos principales dominios de la cultura italiana de entonces, de un lado la Iglesia y la Democracia Cristiana y, del otro, la del entonces poderoso PCI y la izquierda”. Nadie fue ajeno al efecto de la obra de Federico Fellini, estrenada en 1960, ganadora de la Palma de Oro a la mejor película en Cannes ese mismo año.
Seis décadas después, “La dolce vita” regresa a las salas de la Argentina (Arte Multiplex, Atlas Patio Bullrich y Cines del Centro Rosario). La película protagonizada por Marcello Mastroianni y Anita Ekberg será reestrenada mañana. Claro que quienes se acercan verán una versión mejorada en su calidad de imagen: el filme fue remasterizado en 4K.
Por si alguien no estuviera al tanto de quése trata esta obra maestra de Fellini, la película sigue a Marcello Rubini, un desencantado periodista romano, en busca de celebridades, que se mueve con insatisfacción por las fiestas nocturnas que celebra la burguesía de la época. Rubini merodea por distintos lugares de Roma, siempre rodeado de todo tipo de personajes, especialmente de la élite de la sociedad italiana y, en una de sus salidas se entera de que Sylvia, una célebre diva del mundo del cine, llega a Roma. Entonces cree que ésta es una gran oportunidad para conseguir una gran noticia, y, en consecuencia, la perseguirá por las noches por diferentes lugares de la ciudad.
La película fue censurada en gran parte del mundo pero, a pesar de esto, fue considerada la mejor película extranjera por el Círculo de Críticos de Nueva York y ganó un Oscar al mejor vestuario (estuvo nominada en cuatro categorías, incluyendo guión y dirección).
“Como una suerte de icono inconfundible, no obstante, la célebre secuencia de Mastroianni y Anita Ekberg en la Fontana di Trevi quedará, para siempre, como una de las marcas más paradigmáticas y más vivas que el cine italiano dejó en la memoria y el corazón de los espectadores”, expresó Tirri. A partir de mañana, esa escena podrá revivirse con el gusto que solo dan las obras cumbres de la historia del cine.
