River Plate tampoco pudo esta noche con Chacarita Juniors, último en la tabla de los promedios, ni en el propio estadio Monumental, al empatar 1 a 1 continuando con su saga negativa en esta Superliga en la que al cabo de 18 fechas está vigésimoprimero con 20 unidades, a 23 del líder Boca Juniors,que encima tiene un partido menos.
Por eso el objetivo “millonario” en este comienzo de mes está apuntado a la final de la Supercopa Argentina del 14 de marzo en Mendoza, que arbitrará Patricio Loustau, con el único propósito de “salvar el semestre” ante el clásico rival, aunque la conquista no tenga a esta altura otro valor que ese.
Claro que para eso el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo debe encontrar el funcionamiento que el entrenador pretende y que el equipo necesita para pelearle mano a mano ese trofeo al hoy cómodo puntero de la Superliga.
Y nada de eso se vio esta noche en el Monumental, pese a que los locales ejercieron el protagonismo del encuentro desde su mismo comienzo, monopolizando el dominio del balíon y merodeando con asiduidad la valla defendida por Pedro Fernández.
Pero por contrapartida al conjunto riverplatense le faltó claridad para encontrar los caminos que lo condujeran directamente al arco chacaritense, que vio de cerca a los atacantes locales pero paradójicamente no le crearon situaciones de real riesgo.
En ese aspecto el que más arrimó peligro a la valla visitante fue el volante retornado hoy al primer equipo local Ignacio Fernández, que le sacó astillas al travesaño en un par de oportunidades.
Porque después Ignacio Scocco, que volvió a formar dupla con Lucas Pratto volvió a desarrollar una tarea deslucida, aunque a diferencia de su compañero de ataque al menos pudo marcar sobre el final de la etapa, luego que el buen lateral derecho que tiene Chacarita, Hernán Petryk, le cometiera un penal a Nicolás De la Cruz.
Sin embargo Pratto, pese a seguir alejado de la red, trabajó mucho en ataque y abrió surcos que los volantes no supieron aprovechar, salvo el caso del mencionado “Nacho” Fernández.
Pero ese gol del otro “Nacho” que parecía ser un bálsamo reparador para los sufrimientos riverplatenses de los últimos tiempos, porque podía amalgamarse con el empate postrero logrado entre semana por Copa Libertadores ante Flamengo (2-2 en Brasil), duró poco y nada.
Es que después de esa conquista lograda a los 42 minutos, apenas pasaron tres para que Nahuel Menéndez, hermano del delantero de Independiente y ex Talleres, de Córdoba, Jonathan, selló con el empate otra llamativa falla en el retroceso de los volantes y zagueros centrales riverplatenses.
En el medio quedó el volantazo que intentó darle a lo emocional y lo futbolístico Gallardo, cuando decidió sacar simultáneamente a Scocco y Pratto, como si se tratara de un doble mensaje, hacia fuera y hacia dentro. Si sirvió o no, lo dirá el tiempo inmediato. Por lo pronto hoy no le dio ningún resultado. Quizá a futuro sí, pero tiene que ser rápido.
(Con información de Telam)