Con un relato armado exclusivamente a partir de un rico material de archivo y el testimonio de los protagonistas de la historia, llega a Netflix desde el miércoles “Rocanrol Cowboys”, un documental que recorre la historia de Ratones Paranoicos, desde sus inicios en los tempranos `80 en el porteño barrio de Villa Devoto hasta su reunión en 2017, con un concierto en el Hipódromo de Palermo.
La película, dirigida por Plástico, nombre con que se da a conocer la dupla conformada por Alejandro Ruax y Ramiro Martínez, cuenta además con la voz de Mick Taylor y Andrew Loog Oldham, exguitarrista e histórico primer productor de The Rolling Stones, respectivamente; el ingeniero Gustavo Gauvry, responsable del sonido de los primeros discos del grupo; y Fernando Szereszevsky, su actual mánager; además de los miembros de la banda.
Sumado a la sucesión del material de archivo, con algunas “perlas” como antiquísimas apariciones televisivas o filmaciones caseras, esto da como resultado un relato en primera persona, que elude análisis externos y brinda elocuentes detalles del derrotero del grupo y las relaciones internas entre sus integrantes.
Así ocurre con las lecturas en retrospectiva de Juanse, el bajista Pablo Memi, el guitarrista Sarcófago y el baterista Roy Quiroga, además de Fabián “El Zorrito” Quintiero -integrante que reemplazó a Memi desde 1997-, quienes no eluden cuestiones relacionadas con distintos momentos ríspidos del grupo.
En tanto, la inclusión de una actuación de una formación seminal del grupo, que incluía a Gabriel Carámbula, en el programa televisivo “Música Total”, uno de los primeros envíos dedicados al rock en los tempranos `80; o su presentación en el ciclo “Todo nuevo”, impulsado por Juan Alberto Badía para promover jóvenes talentos; destacan por su valor histórico.
Por su parte, las filmaciones en el interior del entonces Hotel Hyatt, en el verano de 1995, durante la primera visita al país de The Rolling Stones; el contacto con Keith Richards en su primera incursión solista por estas tierras o el iniciático interés extramusical de Andrew Loog Oldham en trabajar con el grupo son algunas de las joyas que presenta el material personal aportado desde el seno de Ratones Paranoicos.
El recorrido por la historia del grupo refresca el rol de los grafftis en los años `80, que permitían popularizar el nombre de diversas bandas independientes; y alerta a neófitos sobre la influencia que la música punk tuvo en Ratones Paranoicos, generalmente un territorio en donde pareciera una verdad instalada que fueron los Stones el único modelo a seguir, entre otras cuestiones.
Como contracara, algunos sobreentendidos que se presentan en la sucesión de imágenes de archivo y las lecturas en primera persona deja algunos espacios vacíos relacionados con contextos y omite algunos hitos.
Por caso, aunque se hace hincapié en la presencia del grupo como apertura de los shows de Richards y los Stones en el país, no incluye la fatídica actuación antes del debut en Argentina de Guns ‘N Roses, en la que Juanse sufrió la fractura de una de sus piernas en el escenario mientras practicaba una de sus famosas cabriolas.
Del mismo modo, resultan vagos y confusos para quienes no vivieron la época las referencias al contexto musical y político en el que emergió la banda; y la importante relación trabada con figuras claves de la escena local, como Charly García, Luis Alberto Spinetta y Pappo, de quienes apenas se ven imágenes.
Más allá de esto, “Rocanrol Cowboys” sitúa a Ratones Paranoicos en el merecido lugar de relevancia que tiene en la historia del rock argentino, a partir de su aporte a un personal sonido que hizo escuela aunque nunca pudo ser igualado.
Analizado en torno a lo ocurrido en las últimas semanas, el documental también podría ubicarse dentro de un corpus necesario sobre el que deberían ahondar aquellos espectadores que no se sintieron satisfechos con el panorama global trazado en la controvertida serie “Rompan todo”, disponible en la misma plataforma digital.
La diversas acusaciones y lamentos por supuestas omisiones o escaso espacio brindado a algunas figuras podrán encontrar en documentales como “Rocanrol Cowboys” respuestas a esas inquietudes.
Mientras tanto, el final de este trabajo, con imágenes del show de reencuentro de la formación original del grupo en 2017, en el Hipódromo de Palermo, deja en los espectadores inevitables deseos de que el combo liderado por el convertido Juanse siga girando y dure para siempre.
(Télam)