Sampaoli dejó de ser el DT de la Selección Argentina

En las próximas horas se pondrá fin a una gestión de apenas 408 días, pero que tenía un objetivo de cinco años.

El entrenador Jorge Sampaoli acordó con el presidente de AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, acordaron el monto de la rescisión de su contrato, que se firmará en las próximas horas y obligará a la dirigencia argentina a iniciar un nuevo camino en la Selección, a todo nivel.

A partir de la llegada del abogado del entrenador, Fernando Baredes, el camino se allanó con los dirigentes de la AFA, tras una semana de reuniones y dardos mediáticos, que dejaron expuesto, una vez más, al fútbol argentino.

Con el viaje al torneo de L´Alcudia y la Selección argentina Sub 20 en el medio, como si fuera un rehén en plena negociación, se sucedieron los días y las versiones.

El entrenador santafesino había aceptado viajar a Valencia, España, con la salvedad que no iba a conducir al equipo en el torneo, sino que lo haría uno de sus colaboradores, Lionel Scaloni.

Pero a última hora del sábado se acordó el monto de la rescisión, que sería poco menos de dos millones de dólares, cuando contractualmente le correspondían cerca de ocho millones.

Junto a él se irán el preparador físico Jorge Desio y su ayudante Matías Mana, mientras que Martín Tocalli se quedará como entrenador de arqueros en AFA, a partir de la buena relación que mantiene con jugadores y dirigentes.

Primero, se rompió el cuerpo técnico que había formado Sampaoli, cuando Sebastián Beccacece, Nicolás Diez y el profe Martín Bressan se alejaron para asumir en Defensa y Justicia.

Y después, iniciaron una guerra mediática entre declaraciones, valoraciones de hombría por parte de Tapia y necesidad de aferrarse al cargo y pedir revancha del lado de Sampaoli.

La llegada del santafesino -que estaba al mando del Sevilla y al que hubo que resarcir económicamente- fue una bocanada de aire fresco tras dos mandatos interrumpidos de Gerardo “Tata” Martino y Edgardo “Patón” Bauza, con la clasificación al Mundial pendiendo de un hilo.

La revolución que se esperaba no fue tal, la actualización y profesionalización de las áreas tampoco se trasladó al campo de juego, y el Mundial pareció una improvisación constante en todo su proceso.

(Con información de NA)