El peruano Alan García, líder del Partido Aprista y presidente de Perú en dos períodos no consecutivos (1985-1990 y 2006-2011) se suicidó hoy a los 69 años, de un tiro en la cabeza, cuando iba a ser detenido en Lima por una causa de corrupción.
García, nacido el 23 de mayo de 1949, se crió en el seno de una familia de clase media limeña estrechamente ligada a la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), fuerza de la izquierda peruana.
En la etapa del colegio se destacó por su oratoria, un talento que le abrió camino como militante de la Federación Aprista Juvenil, que le concedió su cédula partidaria a los 17 años. Alan García cursó sus estudios de pregrado en la Universidad Católica del Perú y luego en la Universidad de San Marcos, donde se graduó en Derecho en 1971 y al año siguiente se mudó a Europa para cursar doctorados en Derecho en Madrid y en Sociología, en París.
En 1978, residía en Francia cuando fue convocado por el fundador y entonces líder del APRA, Víctor Raúl Haya de la Torre, para regresar a la vida política peruana en medio de una transición democrática que un año después permitió la promulgación de una nueva Constitución nacional.
García fue elegido presidente en las elecciones generales de 1985 y su gestión se caracterizó por la peor crisis económica en la historia de Perú, con una hiperinflación -con picos de 1.722,3 por ciento en 1988 y 2.775 por ciento en 1989- y por un recrudecimiento del terrorismo del grupo Sendero Luminoso, de tendencia maoísta.
A causa de la devaluación, durante su gobierno hubo que cambiar dos veces la moneda oficial (sol e inti), lo que derivó en una gran especulación y en la escasez de productos de primera necesidad. La popularidad de García se desplomó y apenas concluyó la ceremonia de entrega de mando a su sucesor, Alberto Fujimori, sin esperar el primer mensaje del flamante mandatario, abandonó el país en medio de acusaciones de corrupción.
A la caída del gobierno fujimorista, García retornó a Perú para postularse en las elecciones de 2001, pero fue vencido por Alejandro Toledo, durante cuyo gobierno (2001-2006) fue el líder de la oposición.
García finalmente triunfó en las elecciones presidenciales de 2006 al derrotar a Ollanta Humala (UPP) en segunda vuelta.
Su segundo gobierno (2006-2011) se caracterizó por la continuación de proyectos económicos y la reestructuración de las relaciones diplomáticas; sin embargo, también fue acusado de actos de corrupción.
En 2016 buscó un tercer mandato, pero sólo obtuvo el 6 por ciento de los votos.
En 2013 se formó una megacomisión para investigar las denuncias de irregularidades de su segundo gobierno, pero de los ocho casos que el grupo analizó en ninguno de ellos pudo continuar las investigaciones debido a que García presentó una acción de amparo judicial bajo el argumento de que se violaba su derecho al debido proceso. A mediados de noviembre de 2018, el Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria Anticorrupción dictó una orden para que se le impidiera a García salir de Perú por el plazo de 18 meses.
García se refugió en la embajada de Uruguay, en Lima, a la que pidió asilo diplomático por “persecución política”, pero el gobierno uruguayo se lo negó por considerar que “en el Perú funcionan autónomamente y libremente los tres poderes del Estado”.
Hoy por la mañana, cuando una delegación policial se aprestaba a cumplir la orden judicial de detención preliminar de García por lavado de activos, tráfico de influencias y otros delitos en la causa de corrupción en contratos con la constructora brasileña Odebrecht, el ex presidente se disparó en la cabeza y murió pocas horas después en un hospital de Lima.
(Télam)