Desde la consultora Ecolatina explicaron que la reducción que mostró el índice de pobreza en el segundo semestre del año pasado se debió al incremento del empleo y los salarios reales.
“Esta mejora responde principalmente al aumento del empleo y la mejora de los ingresos reales”, indicó. No obstante, relativizó el dato al considerar que el dinamismo en la generación de trabajo provino en gran parte de la “creación de puestos informales” y que los salarios del sector no registrado fueron “los que más crecieron” el año pasado.
“El mayor dinamismo de la creación de puestos de trabajo informales pueden haber permitido a varias familias salir de la pobreza. También ayudó que los salarios reales de los trabajadores no registrados fueron los que más crecieron en 2017, acumulando una suba interanual de 4,6 por ciento en el segundo semestre del año pasado”, sostuvo Ecolatina, en su evaluación sobre el índice de pobreza elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
La consultora también advirtió que la generación de empleo de “menor calificación”, en el sector de la construcción, pudo contribuir, en parte, a la reducción de la pobreza.
“Pudo haber jugado un rol importante en la reducción de la pobreza el boom del empleo en la construcción, sector asociado a trabajadores de menor calificación, que pueden estar expuestos a una mayor vulnerabilidad”, evaluó.
Ecolatina indicó que “por cada punto porcentual que creció la economía en el segundo semestre de 2017, la pobreza cayó casi 1,2 puntos”.
En ese período, la economía creció 3,9 por ciento interanual y la pobreza cayó 4,6 puntos porcentuales, en comparación con el segundo semestre de 2016.
“De mantenerse esta elasticidad, el mandato de Cambiemos cerraría con una pobreza por debajo del 20 por ciento. Sin embargo, la elevada creación de empleo no registrado y la fuerte recuperación del ingreso de los trabajadores informales difícilmente se repita en los próximos dos años“, estimó el análisis de la consultora.
Ecoltina apuntó que los ingresos de los hogares pobres se incrementaron 26,5 por ciento entre el segundo semestre de 2016 e igual período de 2017, mientras que la canasta básica total subió levemente por debajo, 23,5 por ciento.
“De todos modos, como el ingreso promedio de un hogar pobre cubre casi el 65 por ciento de dicha canasta, existen claros incentivos a buscar ingresos complementarios, un factor que explica la mayor participación en el mercado laboral durante el segundo semestre de 2017″, observó la consultora.
En este sentido, indicó que un hogar a cargo de un adulto que percibía un salario mínimo y dos asignaciones universales por hijo en el segundo semestre de 2016 precisó 4.200 pesos mensuales más para cubrir la canasta de pobreza. En igual período de 2017, un hogar pobre quedó 5.700 pesos debajo de esa canasta, según los cálculos de Ecolatina. “Está 3,3 por ciento más lejos de cubrir la canasta básica, en la comparación interanual”, estimó.
