En su actualización del informe “Perspectivas de la economía mundial”, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó hoy que la economía argentina continuará en recesión durante 2019 y registrará una caída del 1,7 por ciento.
Según la estimación del organismo multilateral de crédito, el país crecerá un 2,7 por ciento en 2020. La última revisión del informe se realizó en octubre último.
“La economía de la Argentina se contraerá en 2019, debido a que las políticas más estrictas dirigidas a reducir los desequilibrios frenarán la demanda interna, antes de volver a crecer en 2020”, indicó el FMI en octubre del año pasado.
Esa estimación fue ratificada en la actualización de hoy, que indica que el PBI argentino caerá 1,7 por ciento en 2019 y repuntará 2,7 por ciento en 2020.
Por otro lado, el informe del organismo pronostica que la economía del Brasil se recuperará este año, luego de la recesión que afectó a ese país en 2015 y 2016, y crecerá 2,5 por ciento este año.
En cambio, el FMI recortó su previsiones de crecimiento para 2019 y 2020 en 0,2 puntos, con relación a lo previsto en octubre, y las ubicó en 2 por ciento en 2019 y 2,5 por ciento en 2020.
Para la economía mundial, el crecimiento alcanzará 3,5 por ciento, 0,2 puntos porcentuales por debajo de su estimación de octubre del año pasado. “La expansión global se ha debilitado”, explicó el organismo, en su informe de “Perspectivas de la economía mundial”.
En 2020, el crecimiento global promediará en 3,6 por ciento en 2020, según el FMI; lo que implica una corrección a la baja de 0,1 por ciento, con respecto al último informe del año pasado.
El organismo recomendó que los países “resuelvan sus desacuerdos comerciales y la incertidumbre política resultante” para que no genere un mayor “sentimiento de riesgo” entre los inversores, que impacte en la actividad económica. En este sentido, el FMI sugirió no elevar las barreras arancelarias, como están amenazando Estados Unidos y China.
“Una gama de factores desencadenantes, más allá de la escalada de las tensiones comerciales, podría provocar un mayor deterioro en el sentimiento de riesgo, con implicaciones adversas para el crecimiento, especialmente dados los altos niveles de deuda pública y privada”, apuntó el informe. “La principal prioridad política compartida es que los países resuelvan de manera cooperativa y rápida sus desacuerdos comerciales y la incertidumbre política resultante, en lugar de elevar aún más las barreras dañinas y desestabilizar una economía global que ya se está desacelerando”, agregó.
(Con información de Télam)