El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, rechazó hoy las críticas a la gestión de las metas de inflación que estableció la autoridad monetaria, al asegurar que el proceso de caída de los precios “seguirá adelante”.
Sturzenegger expresó estos conceptos al disertar durante el cierre de la Conferencia de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), en un hotel de Puerto Madero.
El titular del Banco Central aseguró que la entidad “no está sola” en la pelea contra la inflación, al rechazar así cuestionamientos por lo que se considera como una falta de coordinación entre las políticas monetaria y fiscal. “Lo que realmente importa es si el gobierno le pide plata al Banco Central, y punto”, aseguró categóricamente el funcionario, quien detalló que la asistencia al Tesoro bajará del 4,4 por ciento del PBI en 2015 a 1,1 por ciento en 2018.
Sturzenegger agregó que los equipos de “Hacienda y de Finanzas son de lo mejor que tuvimos en los últimos años” y calificó de “dogmáticas” las opiniones en favor de un shock de ajuste del gasto. El banquero sostuvo en ese sentido que la relación entre inflación y déficit fiscal solo “emerge en situaciones de extrema insostenibilidad”.
También rechazó críticas respecto de la cantidad de dinero que emite el Banco Central, lo cual es considerado por los economistas puede ser excesivo en relación a la demanda del público. “En un régimen de metas de inflación, con tasa de interés como instrumento principal, los cambios en los agregados monetarios responden precisamente a cambios de la demanda de dinero”, indicó.
Por otra parte, señaló que la política salarial de este año, con paritarias que se negociaron en incrementos de entre el 22 y el 25 por ciento, “fueron el éxito más relevante de las metas de inflación de 2017”. “Ayudaron las cláusulas gatillo que dieron tranquilidad a los trabajadores que no iba a haber deterioro real de sus salarios”, indicó.
En otro aspecto, Sturzenegger rechazó que el stock de lebacs sea “elevado” y sostuvo que su nivel es la “contracara de la acumulación de reservas”. El funcionario indicó que a marzo de 2016, con 453 mil millones de pesos en Lebacs y Pases, netos de reservas, equivalían a 7,2 por ciento del PBI, mientras que en setiembre de 2017, con 1 billón 69 mil millones, restadas las reservas, equivalen a 7 puntos del PBI, levemente menos que hace un año.
Sturzenegger también rebatió la idea de que al caer el volumen de pases que usa el BCRA como tasa de referencia, es indicador de que pierde peso como instrumento de regulación. “Los pases entran en juego cuando las tasas se desvían del corredor, ya que su tarea es, precisamente, inducir a que las tasas se ubiquen en el centro del mismo”, enfatizó el titular del Banco Central.