Desde las 0 rige el aumento del 17,7 por ciento en las tarifas de taxis de la Ciudad de Buenos Aires.
Con la suba, la bajada de bandera trepará a 32,60 pesos durante el día, de 6 a 22, y a 39,10 pesos en horario nocturno, de 22 a 6.
La ficha subirá de los 2,77 pesos actuales a 3,26 pesos durante el día y pasará de 3,32 a 3,91 pesos a la noche.
La ficha se computa cada 200 metros o 60 segundos.
Los taxis pedidos por teléfono tendrán un recargo de 19,56 pesos, por el llamado servicio de “radio taxi”.
El Gobierno porteño justificó el aumento en la “necesidad de compensar los mayores gastos de mantenimiento del automóvil y el alza de precios de los combustibles”.
El incremento se implementó tras la audiencia pública que aprobó el nuevo cuadro tarifario y es el primero del año. El próximo se implementaría alrededor de octubre.
Entre los servicios que pueden reclamarse al taxi están tener un cartel identificatorio en cada puerta trasera; la licencia del conductor colgado del asiento trasero, con las medidas y diseño establecidos por el Gobierno de la Ciudad, para que esté visible para el pasajero. Si el vehículo tiene instalado un equipo de gas, deberá tener en el parabrisas la oblea indicatoria. Los conductores deberán portar la tarjeta magnética de chofer autorizado.
Desde 2005, los taxis 0 km o con una antigüedad menor a los 12 meses deben tener aire acondicionado en funciones.
El servicio de Uber surgió en Argentina en 2016, para competir en precio y calidad con los taxis y con servicios extra, como el cobro del viaje con tarjeta de crédito.
Actualmente, el servicio está suspendido por no subsumirse a las regulaciones que tiene el transporte público de pasajeros en la Ciudad de Buenos Aires.
“No se puede trabajar ilegalmente. Nosotros promovemos la tecnología y por eso creamos la aplicación BAtaxi. Cualquiera que trabaje en la ciudad tiene que pagar impuestos. Uber no se registró como empresa, no paga cargas sociales. De mínima, se necesita carnet profesional y un seguro especial, se le pide lo mismo que al resto”, explicó el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en una entrevista a radio Mitre.
A pesar de la restricción judicial y del Gobierno de la Ciudad, el servicio de Uber continúa funcionando, aunque con algunas limitaciones.
“Como en toda ley existe la trampa, pero tienen complicaciones para prestar el servicio y no pueden usar tarjetas”, advirtió Rodríguez Larreta.
En los primeros días de marzo, la aplicación anunció que la tarifa base será de 20 pesos y que el minuto de traslado tendrá una suba de 20 por ciento. De esta forma, el minuto de viaje pasó a costar 2,40 pesos y el kilómetro recorrido alcanzó los 6,50 pesos.