Dos coronas de oro de la familia Real sueca, con joyas de playa y otras piedras preciosas, y un orbe, fueron robados por un grupo de ladrones que, para huir de la catedral en Strangnas -en donde se exhibían los objetos- usaron una lancha.
El robo de película de los objetos de Carlos IX y su esposa, la reina Cristina, todavía no tiene arrestados. El golpe ocurrió ayer al mediodia, dijo la policía sueca, que ya elevó un alerta a Interpol.
“Queremos difundir información e imágenes de los objetos para que puedan ser identificados como robados”, dijo el vocero policial Thomas Agnevik, según consignó la agencia Reuters.
Según las autoridades, los ladrones escaparon de la catedral en bicicleta y se dirigieron al lago Mälaren, al oeste de Estocolmo, en donde habrían subido a una lancha.
Sobre la posibilidad de que lo robado ingrese al mercado, Agnevik dijo: “Lo que suele ocurrir con este tipo de objetos es que son recuperados tarde o temprano porque hay muy pocas personas preparadas para gestionar joyas así”.
La policía sueca desplegó un operativo también propio de una película: con helicópteros ahora buscan a los ladrones en los alrededores del lado, uno de los más grandes de Suecia. “Son patrimonios invaluables de interés nacional”, aseguró el vocero policial para justificar el rastrillaje. Las coronas y el orbe tienen más de 400 años de antigüedad.