Sueño americano

Por primera vez en 75 años la modalidad sonora del galardón, destinada exclusivamente a autores de música ‘culta’, se abre a un género ‘popular’, en este caso, con la premiacion al rapero norteamericano Kendrick Lamar, por su disco DAMN

El rapero estadounidense Kendrick Lamar fue distinguido con el Premio Pulitzer en el rubro musical por su último disco “DAMN”, convirtiéndose así en el primer artista en ganarlo por un género que no sea jazz o clásico.

Con esta importante distinción, el joven de 30 años de la humilde comunidad de Compton, en Los Ángeles, se une a la liga de célebres compositores estadounidenses como Aaron Copland, Charles Ives y John Adams.

 

 

El premio Pulitzer es uno de los premios más prestigiosos del mundo con el que, generalmente, se suele premiar trabajos periodísticos, aunque en algunos casos, también musicales. Este año, el distinguido galardón fue el para el rapero norteamericano Kendrick Lamar, por su último disco DAMN que estrenó en abril de 2017 y el cual se compone de catorce cortes con colaboraciones de artistas como Rihanna, U2 y Zacari.

En declaraciones a la prensa recogidas por la agencia DPA, el vocero del jurado de la Universidad de Columbia de Nueva York que entrega el premio, Dana Canedy, afirmó que el disco del californiano de 30 años fue considerado una “virtuosa selección de canciones unidas por su autenticidad coloquial y dinámica rítmica” que reflejan “la complejidad de la vida moderna afroamericana”.

La junta que otorga los Pulitzer, que también premian la literatura y el periodismo, le dio a Lamar el premio por DAMN, una exploración del sonido clásico de hip-hop para un artista que ha cambiado de rumbo musicalmente con cada nuevo álbum.

En su anuncio, la junta de Pulitzer describió a DAMN como “una colección de canciones virtuosas unidas por su autenticidad vernácula y su dinamismo rítmico que ofrece viñetas que capturan la complejidad de la vida afroestadounidense moderna”.

DAMN, que alcanzó el número uno en la lista de álbumes de Estados Unidos, da un paso más en el discurso sobre las razas que el hiphopero comenzó en su álbum anterior, To Pimp a Butterfly, que dio voz al movimiento Black Lives Matter.

El álbum por el que premiaron a Lamar abre con el cantante abordando indirectamente su rol cultural con un fragmento de un talk show conservador en el que se critican sus letras contra la brutalidad policial. Ese extracto está también en la canción XXX, una reflexión sobre Estados Unidos que está presente en la obra de U2.

Pero una buena parte del álbum es más personal e introspectivo, y en el explora las trampas de la fama, como en el tema Humble, y presenta un alter ego de Lamar, Kung Fu Kenny.

La junta del Pulitzer premia rara vez la música masiva, y el año pasado otorgó el premio al compositor experimental de ópera Du Yun. No obstante, a mediados de la década de 1990 introdujo cambios para hacer que el premio fuera más inclusivo.

Los premios Pulitzer se entregaron ayer por centésimo segunda vez, con reconocimientos en 20 categorías de los cuales 14 son periodísticos. Entre las otras seis se premia también la literatura, el teatro y, desde 1943, también a la actividad musical estadounidense.

 

 

(Con información de Télam)