“La película más aterradora que he producido nunca”; así definió el icono del género Jason Blum al nuevo trabajo de Scott Derrickson, realizador también especializado en el terror que por otra parte ya es asiduo a consideraciones tan lapidarias como esta. Al fin y al cabo, no hace tanto que un estudio más o menos científico erigió a Sinister, su título más conocido, como la película más terrorífica de todos los tiempos, aunque Derrickson ya quiso demostrar su talento en otros campos más allá del género. Es por ello que dirigió la impecable Doctor Strange, pero como no se entendió con Marvel a la hora de afrontar la secuela (Doctor Strange in the Multiverse of Madness estará dirigida finalmente por Sam Raimi), Derrickson terminó por volver donde más cómodo se siente en compañía de su guionista habitual C. Robert Cargill.
El título de esta nueva película es The Black Phone, y se basa en un relato de Joe Hill que narra la historia de un mago callejero llamado Gabber y el niño al que secuestra, Finney Shaw. Dicho niño acaba confinado en un sótano, y de pronto se ve en la posibilidad de escapar gracias a la ayuda fantasmal de las antiguas víctimas del secuestrador. Para su traslado al cine, Gabber ha sido interpretado por Ethan Hawke (quien trabajó junto al cineasta en la citada Sinister), y en el avance que acaba de publicar Universal destaca tanto por la entregada labor del intérprete como por las horripilantes máscaras que utiliza, creación de Tom Savini. La ambientación y el argumento, por otro lado, recuerdan bastante a It de Stephen King (padre de Joe Hill, precisamente), y reflejan una propuesta que parece infartante ya solo desde el tráiler.