Quinto Round es una epopeya suburbana en tiempos en que predomina la degradación y el fracaso. Renato es un boxeador que se entrena para una revancha sufrida contra “El Ninja”. A su lado, Sócrates, un entrenador colabora con su entusiasmo y subsisten gracias a la ayuda de una mujer de buena posición social. Todo transcurre en una monotonía gris hasta que el representante de Renato introduce una novedad que desata sentimientos confrontados: codicia, lealtad, traición, amor, engaño. A pesar de que todo parece confabulado en su contra, Renato lucha por mantener su dignidad y por ofrecer un futuro mejor a su hijo. “Es una obra que habla de lo complejo que es cumplir los sueños cuando se tienen todas en contra y de hacerse responsable de una tarea. No es la historia de un grupo de privilegiados. Los personajes buscan cómo seguir adelante y sostenerse”, adelanta Gerardo Otero, su director.
Gerardo Otero y Ramiro Martínez se toman una pausa en la promoción de la obra para conversar con Diario Vivo y hablar sobre el gran estreno de “Quinto Round”. Ambos actores participaron de la exitosa serie “El Marginal” en distintos roles. Hoy, coincidieron en esta nueva propuesta. Para Ramiro Martínez, sería una de sus primeras obras en el teatro off y para Gerardo Otero, su segunda obra como director tras “La Restauración” que se estrenó en El Extranjero y en Timbre 4 entre 2016 y 2017.
Gerardo, ¿Cómo llegó a vos la propuesta de dirigir una obra de Pacho O`Donell?
Gerardo Otero: Me llegó la propuesta a través de Claudio Tolcachir. Valoro mucho que sin conocerme, Pacho puso un voto de confianza en mí para que dirija la obra. Ese voto siguió durante todo el proceso creativo hasta hoy. Él comparte su mirada y es súper generoso. Y tanto como si es tomada o no, respeta ambas. Eso no se encuentra fácilmente. Una obra es como un hijo, es un acto de entrega.
Y en tu caso Ramiro, ¿Cómo fue tu incorporación a esta propuesta?
Ramiro Martínez: Soy muy amigo de Pacho, siempre quise hacer algo junto a él. En varias oportunidades, me ha ofrecido roles en sus obras pero creía que no eran para mí. Siempre me apasionó mucho el boxeo y creía que todo cuadraba para hacerlo porque el personaje tiene mi edad, es un boxeador que está al límite de su carrera. Pacho es un apasionado del boxeo, no lo practica pero le llama mucho la atención el esfuerzo que realiza un boxeador para prepararse para una pelea. Quizás, se prepara durante varios meses para un encuentro y todo ese entrenamiento no se ve reflejado por un descuido.
¿Cómo fue la preparación física para componer el personaje de Renato? ¿Tuvieron contacto con boxeadores durante el proceso?
Ramiro Martínez: Empecé a practicar boxeo con el profesor de boxeo Pablo Paoliello hace dos meses y medio. Me está dando clases personalizadas tres veces por semana. Vi muchos videos y entrevistas a boxeadores. Ahí fui metiéndome en el mundo del boxeo. Con el resto del elenco, también hubo encuentros con varios boxeadores como Pepe Balbi, Tommy Salazar, Pablo Paioliello. Cada uno contó sus historias. Son personajes interesantes.
Gerardo Otero: Lo más interesante de sus historias era ver cómo llegaban a pelear, cuáles eran las razones y los mecanismos para arreglar una pelea. Ellos decían que si el boxeador puede comprender por qué pelea y a quién le está pegando, el adversario desaparece. No tienen que intelectualizarlo porque el impulso se muere.
¿Cómo llegó Osvaldo Santoro a este proyecto? ¿Cómo fueron los ensayos y trabajar junto a él?
Gerardo Otero: A Osvaldo lo convoqué con la ilusión que aceptara. Es hermoso verlo trabajar, ensayar y jugar como si fuese la primera vez. No me conocía y cada vez que le marqué algo, lo tomó al instante. Verlo trabajar de esa manera me hizo ver que yo también quiero tener esa capacidad de entrega frente a un director. Dirigir me sirvió para ver cómo quiero ser como actor.
Ramiro Martínez: Desde el primer día, yo me sentí súper contenido en el elenco. Mis compañeros siempre estuvieron a disposición de lo que necesitara. Y solo el hecho de observar cómo trabajan todos, para mí es un aprendizaje y un lujo.
Gerardo Otero: Los cuatros actores son muy entregados y muy respetuosos. Se dejan llevar. Saber que uno propone algo, lo toman y lo duplican es todo para un director y hace más disfrutable la tarea.
¿Cómo se sienten a pocos días del estreno? ¿Qué balance pueden hacer del camino recorrido durante estos dos meses?
Ramiro Martínez: Espero que el trabajo se vea reflejado en el escenario…
Gerardo Otero: Fue un proceso muy ameno. Ahora, empiezan a cobrar importancia un montón de factores que antes no estaban. Los ensayos se venían realizando en una salita más pequeña y ahora se hacen con la escenografía y la iluminación. Hay que acomodar todo lo que se venía trabajando y resignificarlo para generar un nuevo orden.
Retomando los ejes que aborda la obra, “Quinto Round” parecería que plantea los sacrificios que Renato debe realizar para cumplir su sueño; poder hacer boxeo profesionalmente. En ese sentido ¿La profesión del actor se asemeja a la del boxeador por esa persistencia que hay que tener para alcanzar objetivos?
Gerardo Otero: La actuación es una profesión muy ingrata. Es tan importante saber actuar como estar sólido para recibir un noventa por ciento de negativas, frente a un diez por ciento de sí. El actor depende todo el tiempo de la decisión de otro por eso hay que generar proyectos propios. Comprender eso lleva tiempo.
En Mayo, ARTEI realizó una conferencia de prensa en Timbre 4 para denunciar la situación que está atravesando la actividad teatral. En ese sentido ¿Cuál es su opinión respecto de la actualidad en la actividad teatral?
Gerardo Otero: Es un momento donde hay que pensar todo el tiempo estrategias para que los espectadores se acerquen al teatro en general. En algún punto, es lógico porque la gente no tiene plata y si tiene que elegir qué hacer o donde invertir la plata, no va a ser el teatro. Lamentablemente, hay cuestiones más básicas que la cultura. Eso es un problema porque la cultura es tan importante, entonces todo se vuelve una batalla de supervivencia.
Quinto Round se presenta todos los domingos a las 19 hs en Timbre 4, México 3554