Al menos 17 personas murieron hoy luego de que un atacante abriera fuego y desatara horas de pánico entre los estudiantes y una persecución policial en una escuela secundaria de la ciudad de Parkland, sur de Florida, Estados Unidos, que terminó con un sospechoso detenido, informaron autoridades locales.
El sheriff del condado de Broward, Scott Israel, informó a la prensa que el saldo total de víctimas era de 14 -no aclaró cuántos muertos y cuántos heridos-, identificó al sospechoso como un ex estudiante de esa escuela de 18 años y afirmó que fue detenido “sin una confrontación” con la policía.
“Es una catástrofe. Realmente no hay palabras”, lamentó el funcionario en su cuenta de Twitter.
Después de escucharse varias ráfagas de tiros, decenas de patrulleros de la policía del condado llegaron al lugar, la acordonaron y comenzaron a evacuar a los estudiantes. Algunos salieron corriendo aterrorizados, otros caminaron de manera más ordenada, con los brazos en alto.
“Escuché un sonido como si fuera un camión de basura y después escuche ‘bum bum bum’. Había gritos por todas partes. Sólo pude esconderme debajo del escritorio de mi maestra. Después la policía invadió la escuela y nos sacaron”, contó Michael Katz a la cadena de noticias ABC, uno de los alumnos que acaba de encontrarse con su padre en los jardines exteriores del centro educativo.
Pero no todos pudieron escapar antes de que la policía encontrara y detuviera al sospechoso.
Alumnos de la escuela tuiteaban desde abajo de sus bancos, escondidos en sus aulas, mientras la policía informaba que buscaba por el edificio al tirador.
“Escuché muchos disparos, como seis. Y pasaron muy cerca”, contó otra alumna, Nicole Baltzer.
La joven de 18 años le dijo a la cadena de noticias CNN que faltaban sólo 10 minutos de clase cuando sonó la alarma de evacuación y todos se tiraron al suelo.
Aún reinaba la confusión y la incertidumbre, cuando el senador por Florida, Bill Nelson, dijo a la CNN que había “varios muertos” y que era “un mal día” para el estado y el país.
De inmediato, la escuela, ubicada aproximadamente a 72 kilómetros de Miami y con más de 3.200 alumnos de secundaria inscriptos, se convirtió en un nuevo puntapié para el siempre latente debate sobre el control de armas en el país.
“Mis oraciones y condolencias para las familias de las víctimas del terrible tiroteo en Florida. Ningún niño, profesor o persona jamás debería sentirse inseguro en una escuela estadounidense”, sentenció el presidente Donald Trump en su cuenta de Twitter.
Hace sólo unas semanas, en su discurso del Estado de la Unión, Trump había defendido sin medias tintas el derecho a comprar y poseer armas y había criticado duramente a todos aquellos que quieren restringirlo con controles para evitar que menores, personas con problemas mentales o con antecedentes de violencia puedan adquirirlas.