Todos los desafíos de Villeneuve para rodar ‘Dune 3’: reparto, presupuesto y un argumento más difícil que nunca

El tercer viaje a Arrakis del director canadiense será un reto tanto para él como para el público.

Dune

Con Zendaya dispuesta a retomar su papel de Chani, todo parece más fácil, pero Denis Villeneuve tiene mucho camino por delante. Porque, aunque su adaptación de Dune triunfara a pesar de los pronósticos más agoreros, y por mucho que Dune: Parte dos haya estado a la altura, los planes del quebequés para el universo creado por Frank Herbert van más allá.

Tras llevar al cine el primer novelón de la saga en dos entregas, las miras de Villeneuve están puestas ahora en adaptar El mesías de Dune, la novela compuesta por Herbert a modo de epílogo (y de corte de mangas a los fans de su obra que no se habían fijado en su subtexto político). Un propósito loable, pero que puede hacerse tan difícil como cabalgar un gusano de arena, de los grandecitos.

Para explicar de dónde viene tanta complicación, te ofrecemos un análisis basado en las deducciones de nuestros mentat, sumadas a las confidencias de una reverenda madre Bene Gesserit que prefiere mantenerse en el anonimato. Avisamos que algunos apartados pueden contener SPOILERS tanto de Dune: Parte dos como de El mesías de Dune.

¿Acompañará la taquilla?

Cabe preguntarse qué pensarán David Lynch y Alejandro Jodorowsky (dos cineastas que se estrellaron a lo grande en los desiertos del planeta Arrakis) de los resultados de Dune: la cinta de 2021 no solo acumuló 402 millones de dólares en taquilla, sino que obtuvo diez nominaciones a los Oscar, llevándose seis premios.

Dune: Parte dos fue mucho más intensa y emocional que el primer filme, y estuvo a la altura de la entrega anterior.

¿Estarán disponibles sus intérpretes?

Tras Dune: Parte dos, Villeneuve planea cambiar los desiertos de Arrakis por los de Egipto. Recordemos que su siguiente proyecto será un biopic de Cleopatra para el que suenan los nombres de Zendaya como la reina egipcia y de Daniel Craig como Julio César. Así pues, podemos dar por sentado un mínimo de tres o cuatro años antes de que la saga de Arrakis vuelva al estudio.

Además de para diversificar la obra del director, la maniobra tiene sentido desde un punto de vista narrativo. El mesías de Dune transcurre doce años después de las aventuras de Paul Atreides, y dejar un impás entre los dos primeros filmes y este tercero ayudaría a que los protagonistas mostrasen un aspecto más maduro sin ayuda de maquillaje o (glups) CGI.

Aun así, hace falta que dichos actores estén disponibles. Y, si nos atenemos al reparto de la novela, la lista quita el hipo: además de Zendaya y Timothée Chalamet, Villeneuve necesitaría de nuevo a Javier Bardem, Charlotte Rampling, Florence Pugh y,  Jason Momoa, por citar solo unos pocos. ¿Estarán dispuestos a repetir, o musitarán un educado “gracias, pero no, gracias” cuando el cineasta les ofrezca otra dosis de especia?

¿Aceptará el público tanto pesimismo?

“Procurando no exagerar, he matado a 61.000 millones de personas, he esterilizado noventa planetas, he desmoralizado completamente a otros quinientos y he exterminado a los seguidores de cuarenta religiones”. ¿Son las palabras de un supervillano de ciencia ficción alardeando de sus conquistas? No: son las de Paul Atreides en ‘El mesías de Dune‘, reflexionando sobre las consecuencias de su llegada al poder.

No sabremos cómo se toma el gran público la realidad de que el protagonista de la historia dista mucho de ser un héroe. Lejos de terminar con un triunfo apoteósico, la novela concluye con la transformación de Paul en un autócrata cósmico cuya victoria trae consigo una brutal guerra santa, primero, y un régimen autoritario, después.

Herbert, un libertario de derechas con muy poca fe en las multitudes, escribió esta segunda novela para meter el dedo en el ojo a los fans que se habían tragado todo aquello del kwisatz haderach como solución a los males de la humanidad. Muchos de esos fans, tras la publicación del libro, lo consideraron una decepción por ese mismo motivo.

Si Villeneuve quiere mantener ese mensaje, bien por él. Pero podemos preguntarnos cómo se tomará el público generalista el pesimismo consustancial al universo de ‘Dune‘. Si son capaces de asumirlo, será una buena razón para alegrarnos de no habernos subestimado. Pero si lo interpretan al revés, que Shai-hulud nos asista.