La reciente y brillante Top Gun: Maverick se convirtió en un fenómeno, hecho del que el cinéfilo se alegra porque se trata de un blockbuster de los de antes y porque, en malos tiempos para el cine en salas (en buena medida por las decisiones de las majors), premia la fuerte apuesta de Tom Cruise por la experiencia en la gran pantalla.
El film y su estrella siguen cosechando éxitos, ya que en el histórico de la taquilla estadounidense superó a Avengers: Infinity War (2018), circunstancia muy representativa del alcance logrado teniendo en cuenta el relieve que tuvo la superproducción de Marvel como primera parte del gran cierre de etapa.
La secuela del clásico ochentero ascendió a la sexta posición de las películas más taquilleras de la historia en Estados Unidos. Estrenada a finales de mayo, lleva recaudados 679 millones de dólares frente a los 678 millones que obtuvo Infinity War. El éxito ya se vislumbraba (aunque quizá no se esperaba semejante rendimiento posterior) cuando hizo más de 160 millones de dólares en el marco del Memorial Day.
La obra de Joseph Kosinski, que trabajó con Cruise en Oblivion, tiene opciones de desbancar del quinto lugar del ranking histórico local a otro taquillazo Marvel, Black Panther (2018), que logró 700 millones de dólares. Más lejos se encuentran Avatar (cuarta con 760 millones), Spider-Man. No way home (tercera con 804 millones), Avengers: Endgame (858 millones) y Star Wars: El despertar de la Fuerza, en lo más alto con 936 millones. En estas series históricas no hay que olvidarse de los cambios por la inflación.
En cuanto a semanas en el top 5 de la taquilla, Top Gun: Maverick aguantó nada menos que diez consecutivas. Se convirtió en la primera película protagonizada por Cruise en recaudar más de 100 millones en un fin de semana en Estados Unidos y en ganar más de 1.000 millones en la taquilla mundial. En el mercado internacional lleva más de 700 millones, y eso que no se ha exhibido en países como China o Rusia.