Sin embargo, el informe también apunta “a fallos por parte de la tripulación”, tanto por no declarar la emergencia oportunamente como por no tomar la decisión de aterrizar de forma anticipada. Camacho afirmó que “al no declarar el estado de emergencia a tiempo”, la tripulación impidió algún tipo de ayuda eficaz por parte de los controladores aéreos “cuando era inminente que se estaba agotando el combustible, lo que ocasionó una demora en la aproximación del avión a la pista de Rionegro”.
El informe presentado hoy determinó de esta forma las causas del accidente tras un año y cinco meses de investigaciones que incluyeron autoridades e instituciones de Colombia, Brasil, Bolivia, Estados Unidos y Reino Unido. El informe preliminar emitido en diciembre de 2016 determinó múltiples “errores y omisiones” de parte del piloto y la aeronave, subrayando la carencia de combustible antes de que pudiera aterrizar, cuando protocolos internacionales señalan que debería haber tenido un extra de combustible más para volar.