Leda es una profesora de literatura cerca de cumplir los 50 años que pasa unas vacaciones sola en una isla griega. La imagen de una entregada madre y la tierna relación con su hija pequeña le hará sumergirse en sus recuerdos del pasado y en la relación con sus dos hijas y esposo. Pero todo ello le trae sensaciones y emociones más bien dolorosas.
Adaptando la novela de Elena Ferrante, y dejando de lado momentáneamente su faceta como actriz, Maggie Gyllenhaal irrumpió con fuerza como directora con el drama psicológico The Lost Daughter y la historia que eligió como su ópera prima no es precisamente conformista ni placentera respecto a la temática de la maternidad.
Preparada para recibir nominaciones, y de las importantes. La cinta aparece en muchas de las listas de las mejores películas del año que elaboran los distintos círculos de la prensa especializada en Estados Unidos. Y entre los numerosos premios que ya logró, casi una treintena, están los cuatro Gotham Awards, entre ellos el de mejor película, o el de mejor guion (escrito conjuntamente por Gyllenhaal y la misma autora de la novela) en el Festival de Venecia.
Otro de los atractivos aciertos reside en su reparto. Olivia Colman es la protagonista, mientras que Dakota Johnson encarna a la joven turista que despierta en Leda recuerdos más sombríos de lo que quisiera. Y además, la actriz irlandesa Jessie Buckley (la protagonista de Pienso en el final de Charlie Kaufman) es quien da vida al mismo personaje que Colman, pero en su versión veinteañera. Por el lado masculino encontraremos a Peter Sarsgaard o el veterano Ed Harris, y podemos verlos a todos en su tráiler oficial.
En nuestro país ya podemos ver la cinta a través de Netflix.