Donald Trump siempre está listo para sorprender. Tras las declaraciones del secretario de Estado de Washington, tratando de calmar un poco las aguas en la retórica con Corea del Norte, hoy el presidente estadounidense volvió lanzar amenazas contra el régimen comunista.
“Hay gente que dice que fue demasiado duro, quizá no fue lo bastante duro”, dijo Trump, en referencia a sus anteriores declaraciones, cuando hace pocos días dijo que Corea del Norte se encontraría con “una furia y un fuego jamás vistos en el mundo”, de continuar con las pruebas de misiles.
Hoy, el magnate afirmó que la nación asiática, a manos de Kim Jong-un, tiene que estar “muy, muy nerviosa” y, dirigiéndose a Pyonyang, agregó que debía mejorar su actitud a fin de evitar un “problema como pocas naciones han visto”.
Desde un campo de golf en Nueva Jersey, Trump sostuvo que su Gobierno tiene el apoyo del ejército, y aseguró que “ocurrirá algo que no se ha visto nunca” en caso de un ataque a la isla de Guam, en el océano Pacífico y en donde Estados Unidos tiene una base.
Aunque dijo que Estados Unidos “siempre estará abierto a considerar negociaciones”, las palabras de Trump van en contra de los dichos del secretario de Estado, Rex Tillerson, quien hace 48 horas descartó cualquier hipótesis de conflicto, y en un intento por llevar tranquilidad, dijo que “los estadounidenses pueden dormir tranquilos”.
Consultado sobre si evalúa ordenar un ataque contra Corea del Norte, Trump comentó: “No hablaremos sobre eso. Nunca lo hacemos. Veremos lo que ocurre”.
Pero no solo Trump es afín a revolver el avispero. El secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, también aportó lo suyo, cuando sostuvo que Corea del Norte “debe dejar de considerar acciones que llevarían al fin de su régimen y a la destrucción de su pueblo”. Según la cadena NBC, el Petágono ya tiene planes miloitares preparados en caso de que se desate un conflicto bélico, no solo con el régimen comunista de norcorea, sino también con Rusia y China.