Un Lava Jato a la venezolana

La destituida fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, afirmó que tiene pruebas de que Nicolás Maduro cobró coimas de Odebrecht.

La destituida fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, aseguró que posee documentación para probar que el presidente venezolano Nicolás Maduro y el líder chavista Diosdado Cabello cobraron coimas millonarias de la empresa brasileña Odebrecht.

Ortega salió de Venezuela el sábado pasado, en medio de denuncias de una supuesta persecución política en su contra. Su marido, el diputado Germán Ferrer, además fue acusado de conspirar contra el gobierno de Maduro. La ex fiscal viajó primero a Colombia, en donde recibió el apoyo del presidente colombiano Juan Manuel Santos, gesto que despertó el enojo en las filas del chavismo.

Sin embargo, la estadía de Ortega en ese país fue breve: ayer se conoció, a través de un comunicado del gobierno colombiano, que Ortega se subió a un avión para asistir a una reunión de fiscales en Brasil.

La ex funcionaria hoy “prendió el ventilador” en Brasilia, en donde afirmó que tiene pruebas de que Maduro y cabello recibieron más de 100 millones de dólares provenientes de la firma Odebrecht. Ortega además sostuvo que la información que posee será entregada a las autoridades de España, Estados Unidos, Colombia y Brasil.

La ex fiscal acusó a Maduro de tener una empresa fantasma, a nombres de terceros, radicada en México. A su vez, dijo que la firma TSE Arietis, inscripta en España, pertenece al dirigente chavista Cabello. La empresa estaría a nombre de dos familiares suyos, Jerson Jesus Campos Cabello y Luis Alfredo Campos Cabello.

La respuesta desde Venezuela a las acusaciones de Ortega llegaron de inmediato. Su sucesor en la Fiscalía general, Tarek William Saab, cargó contra la ex funcionaria y la señaló de montar una campaña en perjuicio del gobierno venezolano.

“Este Ministerio Público, durante la gestión de la ex fiscal Luisa Ortega Díaz, anuló su impulso por hacer una plataforma en favor de la justicia. Por el contrario, se convirtió en una máquina, una industria para extorsionar y perseguir a inocentes y a presuntos culpables para quitarles dinero”, expresó Saab.

“Lo que se perdió en nueve años y medio lo vamos a recuperar y esta guerra sucia se devolverá a quienes la promueven”, amenazó.