El vuelo, con destino a Miami, se desarrollaba con normalidad, hasta que la alarma se encendió en el avión de Aerolíneas Argentinas: un chico de ocho años sufría una complicación respiratoria y era urgente su atención médica. Martin Hughes, el comandante a bordo, no dudó: aterrizó en Bolivia, en Santa Cruz de la Sierra, y el menor salvó su vida.
Hughes regresó hoy al país y fue recibido por una oleada de periodistas ansiosos de escuchar su testimonio. Y el hombre contó: “Me avisó la tripulación que había un chico descompensado. Fui atrás a hablar con los médicos. Después se llegó a la conclusión de que era inevitable aterrizar en el aeropuerto Viru Viru. Era necesario e indiscutible desviar el vuelo. Se declaró una emergencia médica pero existe un protocolo, estamos entrenados y evaluamos en todos los vuelos cuál es nuestra alternativa para los distintos casos”, explicó ante las cámaras el piloto.
Hughes destacó que de no haber tomado “la decisión inmediata, el desenlace podría haber sido otro”. “Fue emocionante después saber que el chico se salvó y está bien. Me pone contento”, agregó. Sin embargo, el comandante resaltó la acción de la médica que se encontraba en el avión y que dio la pauta de que lo que ocurría era de extrema gravedad. “El diagnóstico fue muy claro y eso me dio la pauta. Cuando se confirmó no quedó ninguna duda de que era la acción a tomar”, expresó.
En Bolivia, el niño recibió la asistencia médica y fue operado con éxito. Hughes concluyó: “Hay mucho revuelo periodístico por una acción de vuelo que para mí es normal”.
Felicitaciones a la tripulación del vuelo AR1302 de @Aerolineas_AR que aterrizó de emergencia en Bolivia para salvar la vida de un niño 👏🏽 pic.twitter.com/z5j1GvuEEC
— Guillo Dietrich (@Guillodietrich) June 1, 2017