Según datos publicados por la UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas) 16% de los nacimientos que se producen en nuestro país proviene de madres adolescentes de entre 15 y 19 años. En algunas provincias esta cifra trepa al 25%. No sólo eso, más de 3000 casos corresponden a niñas de entre 10 y 13 años. Que no se hable de estos temas en la escuela y en los medios de comunicación es gravísimo.
La mejor manera de prevenir el embarazo adolescente es a través de la información. Por eso vale la pena celebrar que haya libros destinados al público adolescente que traten un tema tan sensible como este. Y si a eso lo conjuramos con una discusión sobre el aborto y los derechos de la mujer, el resultado es un libro de lectura indispensable en los tiempos que corren.
UNA DELGADA LÍNEA ROSA – ANALISSA STRADA
“Una delgada línea rosa” nos cuenta la historia de Perla, una adolescente italiana de clase media que va a una fiesta y queda sorpresivamente embarazada. Perla, con tan sólo 16 años, es una gran deportista con buenas notas en el colegio. Nadie esperaba que a ella le sucediera algo así. Sin embargo, a Perla no le queda otra opción que afrontar la situación.
El principal eje argumental de la novela discurrirá en torno a nuestra protagonista y a los conflictos que esta nueva situación despierta en su interior.
Cargada de culpa y remordimientos, y con todo un futuro por delante, Perla deberá decidir qué hacer ante esta situación. ¿Dar el bebé en adopción? ¿Conservarlo? ¿Abortarlo? Sea cual sea su decisión, una cosa es segura, su vida no será como antes y tendrá que aprender a vivir con las consecuencias de sus actos por el resto de su vida.
Una de las primeras cosas que debemos destacar es lo genuina que es esta obra. Tan genuina y realista como pocas veces se ha visto en la literatura juvenil.
Este aspecto es potenciado por la traducción y la narración en primera persona. El trabajo de Eleonora González Capria, encargada de replicar las palabras de Strada al español, es alucinante. El por qué de semejante calificativo radica en que la traductora utiliza el “voseo” típico de nuestro país, en lugar del “tuteo”, típico de buena parte de los demás países de habla hispana.
Este elemento no es para nada menor ya que transforma la historia de Perla en una mucho más cercana. De esta manera, nuestra protagonista interpela directamente al lector. Logrando, así, achicar la distancia que separa a la narradora del público. Disfuminando las líneas entre la ficción y la realidad, la historia de Perla tal como está contada podría ser la de cualquier adolescente argentina de clase media.
¿CÓMO SE ABORDA EL TEMA DEL ABORTO?
Hay que dejar bien claro una cosa: esta no es una novela a favor del aborto. El eje de la historia no pasa por debatir el tema del aborto.
La novela está ambientada en Italia. En la tierra del papa, el aborto es legal desde hace más de 40 años. El punto focal de la historia discurre acerca de la posibilidad de la protagonista de decidir. Ella, y sólo ella tiene en sus manos, la capacidad de decisión sobre su destino. Un mensaje que es poderosamente reforzado por el final de la novela.
De manera extremadamente inteligente, la autora plantea los dos ejes de la discusión presentes en el aborto. Argumentos que son sintetizados en este intercambio que Perla tiene con su tío:
“—Estoy pensando en abortar
—La panza es tuya. El hijo es tuyo. Hacé lo que te parezca (…) Podés hacerlo desaparecer y no pensar más en el tema. Mi madre podría haber hecho lo mismo, y en ese caso no tendrías tío con quien hablar”
La obra escrita por Annalisa Strada no presenta al aborto como la salida fácil. Ni siquiera es la primera opción que se le pasa por la cabeza a nuestra protagonista.
Lo más interesante y rescatable del libro es justamente toda la discusión que Perla enfrenta en su fuero interno. Y es la miríada de conflictos, emociones y sentimientos encontrados, lo que hace de esta novela una obra tan real.
Perla no intenta eximirse de la responsabilidad. “Hice algo que no debería haber hecho y me siento atrapada bajo los ladrillos pesados de mi irresponsabilidad“. Es decir, ella es plenamente consciente de los errores que ha cometido y no deja de cuestionarse cómo permitió que algo así le sucediera.
LOS ADOLESCENTES Y EL SEXO: LA PRIMERA VEZ, DESINFORMACIÓN Y LA PRESIÓN SOCIAL
Por si todo lo que hemos dicho no fuera poco, “Una delgada línea rosa” se mete en un terreno poco explorado en la literatura juvenil. No sólo aborda la primera experiencia sexual sino también el alto nivel de desinformación que manejan los adolecentes. E incluso tampoco se aleja de las discusiones acerca de la presión social de los pares.
“Para tener control real de una situación hay que saber lo que está pasando, y yo no lo sabía“. Con esta frase la autora sintetiza a la perfección estas tres problemáticas.
El papel desempeñado por los padres de Perla será clave. Y no porque sean unos padres ausentes o extremadamente sobreprotectores. La autora demuestra como la falta de comunicación que existe en la relación intrafamiliar de Perla, termina por definir su destino.
Es claro que la protagonista es responsable de sus actos. Perla sabe que cometió un error y está dispuesta a hacerse cargo. Puesto que como ella misma afirma “se necesita valor para mirar a la realidad a la cara sin desviar los ojos“. Pero sus padres jamás le han hablado de sexo. Y cuando se encuentra en una situación en la que no sabe como actuar, por miedo, vergüenza e inexperiencia prefiere callar y dejar que todo fluya.
Por todos estos motivos y muchos más que deberán descubrirlos por ustedes mismos, “Una delgada línea rosa” se vuelve una lectura indispensable. Un libro que debe circular, ser leído y por sobre todas las cosas ser debatido.
FICHA TÉCNICA:
Título: “Una delgada línea rosa”
Autora: Annalisa Strada
Editorial: Norma
