Lo que en principio iba a ser un negocio y un homenaje a Los Simpsons, la serie que lleva 29 años en pantalla y tiene cientos de miles de seguidores en Argentina, con el proyecto de abrir hoy una réplica de la taberna de Moe en el partido bonaerense de Ituzaingó, se frustró por cuestiones legales y derechos que reclamó ayer la cadena televisiva FOX.
En septiembre de este año, Damián, el hijo de Rubén Díaz, un reconocido arquitecto de ese partido del conurbano oeste, decidió convertir el frente de una vivienda ubicada en Martín Rodríguez y Laprida en una réplica de la taberna de Moe, aunque luego la iniciativa derivó en el proyecto de remodelación para convertirlo en un bar temático.
Con el paso de los días, comenzó a circular por las redes sociales y cientos de fanáticos de la serie festejaron la posibilidad de tener un espacio que los acerque a los personajes de la tradicional familia integrada por Homero, Marge, Bart, Lisa y Magui, creada por Matt Groening.
Una semana después, la página de Facebook del emprendimiento gastronómico tenía más de 12.000 seguidores y colapsaron los pedidos para poder concurrir a la inauguración prevista para hoy, lo que obligó a sus dueños -Damián y Facundo- a idear un sistema de turnos y reservas para garantizar la tranquilidad del barrio. Pero esta noche no abrirá la taberna de Moe Szyslak, sino Ribbon, el nombre que adoptó el lugar tras la negativa de la cadena estadounidense.
Ayer abogados de Fox intimaron a los inversores del proyecto a modificar todo lo referido a Los Simpsons, tarea que les había demandado horas y meses de trabajo para “lograr un producto impecable”, tal como contó Facundo.
El bar de Moe había sido meticulosamente ideado por los jóvenes emprendedores, que respetaron cada detalle de la taberna en la que Homero comparte varios minutos de cada capítulo de la serie junto al cantinero, el borracho empedernido Barney Gómez y sus compañeros de trabajo en la planta nuclear Lenny y Carl.
Incluso instalaron un sistema para que los concurrentes puedan hacer las conocidas bromas telefónicas de Bart a Moe, que llamaba al bar y pedía por supuestos clientes como: “Alcor Noque” o “Aquiles Bailoyo”.
“Muchos pasaban a cualquier hora para sacarse una foto, o preguntar cuando abríamos, incluso una noche llegó una combi y un grupo de amigos bajó con cervezas para sacarse una foto en la puerta del local, lo extraño es que no eran vecinos, sino que habían venido desde Berazategui”, contó Facundo en diálogo con Télam.
Pero recién ayer, cuando estaban concluyendo los trámites de habilitación, recibieron una advertencia de la empresa propietaria de las imágenes y derechos de Los Simpsons.
Ambas partes se reunieron y no lograron alcanzar un acuerdo, por lo que los dueños del ex bar de Moe tuvieron que modificar en tiempo récord la instalación del bar temático, que hoy abrirá con el nuevo nombre y sin las imágenes de la familia de Springfield.
“Siempre quise tener un bar, que fuera temático fue una idea que surgió después con Damián, y siempre lo hicimos con la idea de que la gente lo pueda disfrutar, esto va más allá del lucro, nosotros hemos invertido mucho y es algo que siempre quisimos, lo de Los Simpsons era algo adicional”, afirmó.
Durante la tarde de ayer, y con el ánimo por el piso, los dueños del bar publicaron en las redes sociales que “debido a diferencias sobre el uso de imagen y derechos de FOX nos vemos obligados a modificar la temática de lo que todos ya conocen como el “Bar de Moe’s””.
“El bar pasará a llamarse RIBBON, en lo que queda del día se verán los correspondientes cambios en las mismas redes sociales. Toda consulta que se necesite podrá hacerla mediante nuestras redes y serán contestadas a la brevedad. Esperamos sepan entender y apoyar desde el lugar que puedan! Muchas gracias”, explicaron a los clientes.
Como todo comenzó en las redes sociales, el final también generó repercusiones en Facebook, donde los fanáticos de la serie debaten sobre las posibilidades de continuar con el proyecto pese a los derechos de FOX, a quienes algunos cuestionan su actitud; mientras otros creen inevitable el desenlace y aseguran que fue un truco de publicidad.
Con el proyecto truncado seguramente muera también la idea del arquitecto Díaz de hacer una pequeña Springfield en Ituzaingó, lo que iba a incluir la hamburguesería de Krosty, el supermercado de Apu, la escuela primaria, la tienda de donas y la famosa casa de la tradicional familia amarilla.
(Télam)