El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) publicó hoy un informe sobre violaciones de derechos humanos en Siria en blanco porque se quedó “sin palabras” tras los ataques del Ejército de los últimos días contra Ghouta Oriental, el principal feudo opositor cerca de Damasco, la capital, donde más de 210 personas murieron, entre ellos decenas de niños y adolescentes.
El documento, titulado “La guerra contra los menores en Siria, informaciones de bajas masivas entre niños en Ghouta Oriental”, sólo contiene una frase del director de Unicef para Medio Oriente y Norte de África, Geert Cappelaere: “Ninguna palabra hará justicia a los menores asesinados, sus madres, padres y seres queridos”.
El resto del informe está en blanco, aunque al pie de página Unicef afirma: “Ya no tenemos palabras para describir el sufrimiento de los menores y nuestra indignación”. “¿Aquellos que infligen el sufrimiento todavía tienen palabras para justificar estos actos bárbaros?”, se preguntó la agencia de la ONU a modo de conclusión.
En paralelo, el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, advirtió sobre la reciente escalada de ataques contra la población civil de Ghouta Oriental.
“Si aprendimos algo de Alepo es que es tiempo de evitar realmente todo esto”, sentenció el hombre que hace años intenta sin éxito negociar la paz en Siria y que recordó la ciudad norteña que quedó casi completamente destruida en 2016 tras meses de asedio, bombardeos y combates.