El parlamento venezolano se declaró el jueves en rebelión y dijo que desconocerá los fallos del máximo tribunal del país, que se adjudicó competencias legislativas con una sentencia, desatando denuncias de la oposición de un “golpe de Estado” y llevando a Perú a retirar su embajador en protesta.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que ya había anulado muchas acciones del congreso desde que pasó a ser controlado por la oposición a inicios del 2016, dictaminó expresamente el miércoles que su sala constitucional abarcará el rol de los diputados.
“Se advierte que mientras persista la situación de desacato y de invalidez de las actuaciones de la Asamblea Nacional, esta Sala Constitucional garantizará que las competencias parlamentarias sean ejercidas por esta Sala o por el órgano que ella disponga”, indicó la sentencia fechada el miércoles.
En su primera medida bajo esta nueva prerrogativa, el TSJ le autorizó al presidente Nicolás Maduro a crear empresas mixtas en el área petrolera, invalidando el procedimiento constitucional que establece que deben ser aprobadas por el congreso.
“Este parlamento se rebela y desconoce esta sentencia de la Sala Constitucional”, dijo el presidente del legislativo, Julio Borges, rompiendo un ejemplar de la sentencia frente a los periodistas. “Esta Asamblea Nacional desconoce al TSJ, ellos se escogieron a ellos mismos, a nosotros nos eligieron 14 millones de venezolanos”.
Por su parte, el líder de la oposición y dos veces candidato presidencial, Henrique Capriles, pidió desde Bogotá que la comunidad internacional fije una posición sobre el hecho.
“¿Qué más pruebas necesita la comunidad internacional para terminar de fijar posición unánime y firme de que en Venezuela hay una dictadura?”, se preguntó Capriles.
“Si hoy no hacemos nada por salvar la democracia en Venezuela, mañana tendremos una situación en Colombia y pasado mañana en otro país de la región y así va en cadena”, agregó.
(Reuters)