En el marco del inicio del debate en el Senado sobre el proyecto que legaliza la interrupción voluntaria del embarazo, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, se sacó ayer una foto con un militante “pro vida”, al asistir al Tedéum por el 9 de Julio en la Catedral de La Plata.
El miércoles 11 de julio, la mandataria provincial recibirá al flamante arzobispo de La Plata, Víctor Fernández, y hablarán del proyecto, entre otros temas, según reveló el sacerdote.
“Todavía no hablamos. La voy a visitar el miércoles para hablar de este tema y muchos más”, dijo Fernández, que asumió hace pocos días en reemplazo de Héctor Aguer, que renunció tras cumplir 75 años.
El arzobispo de La Plata lamentó que la ley no será “superadora” y que, “de algún modo, ha agrandado la grieta”.
“El debate sobre el aborto ha confrontado a la Iglesia con otros sectores que se preocupan por los derechos sociales, como sectores de izquierda y otros que se preocupan sinceramente por los últimos, por los abandonados”, lamentó el arzobispo, en declaraciones radiales.
“El debate, que tendría que enriquecer el diálogo, ha producido un efecto contrario, porque, de algún modo, ha agrandado la grieta”, sostuvo Fernández.
El arzobispo cuestionó que el proyecto original “casi no ha tenido cambios, sino pequeños maquillajes”. “Daba para que tuviera modificaciones importantes”, apuntó.
Fernández advirtió que el proyecto de ley no se ocupa de las 200 muertes maternas, que según la Iglesia, se producen por desnutrición, diabetes, polio y otras patologías.
“Por año hay unas 240 muertes maternas, mujeres que mueren en embarazo, parto o puerperio. Unas 40 mueren por aborto, las otras 200 mueren porque llegan al parto desnutridas, con diabetes, con polio, con un montón de problemas que no han sido tratados, no han sido atendidos. De esas 200 no nos ocupamos”, planteó.
“Esta ley podía ser superadora y hacer un planteo mucho más completo, mucho más integral y eso no ha sucedido. El debate no ha producido los resultados que uno podía esperar”, cuestionó.
Durante del último fin de semana, la Iglesia manifestó su oposición al proyecto de legalización del aborto con duras críticas.
En una masiva misa en Luján, el titular del Episcopado, monseñor Oscar Ojea, sostuvo que la iniciativa es una legitimación de “la eliminación de un ser humano por otro ser humano”.
El lunes, durante el Tedéum del 9 de Julio, celebrado en Tucumán, el arzobispo Carlos Sánchez, llamó a “defender la vida”. “El aborto es muerte”, sentenció y llamó a escuchar “la voz de los que no tiene voz, de los marginales de la patria, de los que están en el seno materno y no de los que más gritan”.
“Vale toda vida, no hay sobrantes en la Argentina. El aborto es la muerte de un inocente. No nos engañemos ni dejemos engañar”, concluyó Sánchez.
(Con información de NA)
