Desde hace algunos días, Warner Bros. ha estado en el epicentro de la controversia tras anunciar la cancelación de la película Coyote vs. Acme, a pesar de haber finalizado su producción. No era un movimiento aislado, pues volvía a obedecer al viraje extremo de prioridades que sufrió la compañía según se fusionó con Discovery y David Zaslav pasó a ser su CEO. Esto implicó que las producciones destinadas a streaming (como era el caso de Coyote vs. Acme, rumbo al catálogo de HBO Max) perdieran apoyo en favor de las salas de cine, que tan maltratadas habían sido en la fase anterior del estudio.
Este destino sigue la estela de otra película de la compañía, Batgirl, que también fue cancelada antes de su estreno, generando desconcierto y desilusión entre los seguidores. El motivo para la suspensión de Coyote vs. ACME ha sido el mismo (originalmente iba a llegar a streaming el pasado julio), pero en este caso las reacciones en contra han sido demasiado fuertes.
La película, cuya realización supuso una inversión cercana a los 72 millones de dólares, cuenta con figuras destacadas de Warner tanto delante como detrás de la cámara. John Cena, quien trabajó en la serie Peacemaker, protagoniza la película, mientras que James Gunn, codirector de DC Studios, la produjo y contribuyó a su desarrollo.
Dave Green (Tortugas Ninja 2: Fuera de las sombras) fue quien estuvo a cargo de esta película que fusiona animación con momentos de acción real. Tras el anuncio de la cancelación, Green expresó su desazón:
“Durante tres años tuve la suerte de hacer una película sobre Coyote, el personaje más persistente, apasionado y resistente de todos los tiempos. Estoy más que orgulloso del producto final y más que devastado por la decisión de WB [Warner Bros]”.
Varios responsables implicados en ella, así como otras voces de la industria, han declarado que este movimiento va contra cualquier principio artístico y asegurado que además Coyote vs. ACME había gustado mucho en los pases de prueba. La imagen pública de Warner ha vuelto a quedar por los suelos.
Ahora el panorama es especialmente delicado pues está vinculado al mandato de Mike DeLuca y Pam Abdy como nuevos responsables de Warner Bros. Pictures: mandato que quiere traer de vuelta a cineastas como Christopher Nolan tras la polémica gestión previa. Además es la primera decisión de peso que toma Bill Damaschke como nuevo jefe de Warner Bros. Animation, de ahí que tantas críticas puedan haber llevado a un cambio de opinión. Se hace eco el periodista Matthew Belloni en Puck News: según él, la empresa ha optado ahora por poner Coyote vs. ACME a disposición de cualquier otra distribuidora que quiera estrenarla.
Los responsables del film podrán, por tanto, vendérselo a otra compañía que la distribuya finalmente, luego de haber cobrado igualmente por los derechos de streaming de la película. Aún no sabemos quién pueda haber interesado, pero en esto no podemos sino recordar lo ocurrido con Nimona: el film animado que Disney desechó por motivos lindantes a la homofobia y que terminó estrenando Netflix este mismo año con buenas críticas. Por otra parte, Belloni matiza que no está tan claro que Coyote vs. ACME haya funcionado en pases de prueba.
Él dice que las reacciones han sido más mixtas de lo que pudiera parecer por la reacción en redes sociales, y que la razón para cancelar el estreno fue el anterior fracaso de Space Jam: Nuevas leyendas. Otro híbrido de animación y acción real con los Looney Tunes que además tuvo unas críticas escalofriantes, y habría movido a la prudencia con respecto a una producción como Coyote vs. ACME.
Sin embargo, a falta de un comunicado oficial que confirme o refute esta información, el destino de Coyote vs. Acme sigue siendo incierto.