Por primera vez desde 1960, actores y guionistas de Hollywood van a la huelga juntos. El WGA, que se movilizó hace varios meses, se ha aliado con el SAG-AFTRA para sumir la industria en la parálisis y desafiar a los productores afincados bajo la AMPTP. Exigen salarios más justos, unas regalías más amplias, y que se regule el uso de la Inteligencia Artificial en el entretenimiento. Por ahora las negociaciones no han llegado a nada, y Warner Bros. Discovery parece asumir que esto va para largo.
Variety recoge en exclusiva que, ante la probabilidad de que los piquetes se alarguen hasta más allá de este otoño, Warner Bros. Film Group está pensando en ponerse a aplazar estrenos. Según las reglas del sindicato, una huelga no solo impide a sus afiliados trabajar en películas y series: también prohíbe que hagan promoción de las mismas, con las que los estudios se exponen a que sus estrellas no puedan acudir a entrevistas ni ruedas de prensa, y la maquinaria publicitaria sea prácticamente nula.
Esta amenaza es la que ya ha llevado, por ejemplo, a que Luca Guadagnino tantee cancelar la premiere en el Festival de Venecia de Challengers (si en tu película sale Zendaya pero Zendaya no puede hacer promoción, ¿no es mejor esperar?), y a que ahora una de las grandes majors de Hollywood se plantee dejar para 2024 los grandes estrenos restantes del año. La afectada principal sería Dune: Parte 2. Protagoniza Timothée Chalamet con un gran elenco donde hallamos (aparte de nuevamente a Zendaya) a Javier Bardem, Austin Butler o Florence Pugh.
Denis Villeneuve continúa adaptando la inmortal novela de Frank Herbert, y lo hace luego de que la primera película también sufriera varios retrasos por la pandemia. Actualmente tiene pendiente el estreno para este 3 de noviembre, pero la huelga combinada podría conducir a un estreno posterior el año que viene. Fuentes de Variety afirman que no está claro aún, sin embargo. Dune: Parte 2 es una coproducción de Warner con Legendary Entertainment, y la major ha de ponerse de acuerdo con este estudio para dar con una nueva fecha.
Terremoto en Hollywood
Legendary no habría dado una respuesta, mientras otras fuentes apuntan que ni siquiera ha habido discusiones formales y todo parte de la inquietud de Warner. El estudio asume que los piquetes son impredecibles y no es el mejor momento para lanzar sus blockbusters (el estreno más inmediato es la película de superhéroes Blue Beetle, para el 18 de agosto, con previsiones terribles). La inquietud se amplía a otros dos estrenos: El color púrpura y Aquaman and the Lost Kingdom.
El color púrpura es una adaptación musical de la misma novela de Alice Walker que Steven Spielberg llevara al cine en los años 80. Protagonizan Danielle Brooks o Halle Bailey (La sirenita) con pretensiones de competir en los Oscar: algo bastante difícil si no puede hacer promoción alguna con sus estrellas. El color púrpura está pues programada para el 20 de diciembre, pero la fecha bien podría cambiar pronto.
Una semana después tenemos Aquaman and the Lost Kingdom, un film de DC Studios que le ha dado numerosos dolores de cabeza a Warner. Protagoniza Jason Momoa en el último film antes de que DC incorpore la nueva continuidad que está desarrollando James Gunn. Más allá de esta perspectiva, la secuela de Aquaman ha atravesado infinitud de reshoots y retrasos en la fecha de estreno, y podría toparse con el enésimo cambio de cara a 2024. Su fecha por ahora está fijada para el 25 de diciembre.
La inquietud de Warner es compartida por otros estudios. Disney prevé el estreno de The Marvels en el seno del Universo de Marvel para el 10 de noviembre. Lionsgate estrena su precuela de Los juegos del hambre, La balada de pájaros cantores y serpientes, el 17 de noviembre. Y el 22 de noviembre Apple Studios, junto a Sony, estrena el biopic de Napoleón a manos de Ridley Scott. Ninguna de estas producciones está a salvo.